Usando los precisos ojos de ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) y del VLT (Very Large Telescope) de ESO, un equipo de astrónomos ha mapeado las intensas colas de una medusa cósmica: una serie de corrientes de gas emitidas desde una galaxia espiral llamada ESO 137-001.
En la imagen, puede apreciarse la belleza de esta cnidaria celeste con gran detalle. Los diversos elementos que componen esta imagen fueron captados por diferentes telescopios.
Las imágenes de la galaxia y sus alrededores fueron tomadas por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA; sus colas, que trazan corrientes de hidrógeno y aparecen en tonos de color púrpura brillante, por el instrumento MUSE, instalado en el VLT; y los puntos brillantes de emisión de dióxido de carbono que hay en el interior del sistema, y que aparecen como bengalas de color rojo anaranjado, fueron captados por ALMA.
Estas colas se generan por un llamativo fenómeno conocido como desprendimiento de presión ram (ram-pressure stripping). El espacio entre las galaxias de un cúmulo no está vacío, sino lleno de material que actúa como un fluido viscoso.
A medida que una galaxia viaja a través de este entorno resistente, la galaxia es despojada de su gas y este forma una estela que crea hermosos e intrincados sistemas como los que se ven en la imagen, alrededor de ESO 137-001 (que se encuentra en el cúmulo de galaxias Norma). La dirección y la posición de la cola arrojan luz sobre la forma en que la galaxia se mueve (generalmente, con galaxias cayendo hacia el centro del propio cúmulo).
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Esta imagen ofrece el primer mapa de alta resolución del gas molecular frío que acecha dentro de un sistema desgarrado por presión ram. ESO 137-001 es una de las galaxias medusa más cercanas a la Tierra, y es particularmente interesante porque sus largas colas extendidas de gas contienen características conocidas como ‘bolas de fuego’: estallidos de formación estelar.
Los precisos mecanismos que rigen cómo se forman las estrellas dentro de las colas de medusa son misteriosos, y este mapa proporciona información sobre las condiciones necesarias para que las nuevas estrellas se formen en ambientes tan intensos y cambiantes.
El conjunto ALMA está formado por 66 antenas y se encuentra en el llano de Chajinator, en el desierto chileno de Atacama, a una altitud de 5.000 metros.
ALMA observa el cielo nocturno desde esta ubicación remota para descubrir los secretos de cómo se formó y evolucionó el Universo —y sus extraños y maravillosos residentes, ESO 137-001 incluido—, revelando más sobre nuestros orígenes cósmicos.