Radiación mortal del cosmos, posible pérdida de la visión y huesos atrofiados son solo algunos de los desafíos que los científicos deben superar antes de que un astronauta pueda pisar Marte, dijeron este martes expertos y funcionarios de la NASA.
La agencia espacial de Estados Unidos cree que en los próximos 25 años puede poner un hombre en el planeta rojo, pero los retos tecnológicos y médicos que se interponen para que eso se concrete son enormes.
“Con los presupuestos actuales, o algo más altos, llevará unos 25 años resolver esos desafíos”, dijo el astronauta retirado de la NASA Tom Jones, que viajó al espacio en distintas misiones.
“Tenemos que empezar ahora con ciertas tecnologías clave”, dijo en conferencia de prensa en Washington.
A una distancia de unos 225 millones de kilómetros, Marte representa un reto mayor que las misiones de los Apolo a la Luna.
Con la tecnología disponible actualmente, un astronauta tardaría hasta nueve meses en llegar a Marte, y el costo físico de flotar tanto tiempo en gravedad cero sería enorme.
Por ejemplo, los científicos creen que eso podría causarles cambios irreversibles en los vasos sanguíneos de la retina, lo que llevaría a una degradación de la vista.
Además, después de un tiempo en gravedad cero, el esqueleto empezaría a perder calcio y tejido óseo.
Con una gravedad de solo un tercio en relación a la de la Tierra, los expertos desconocen todavía los efectos de una misión de un año a la superficie de Marte.
Mejor propulsión
Una forma de reducir los daños sobre el cuerpo humano es bajar significativamente el tiempo de viaje al planeta.
Jones cree que sistemas de propulsión nuclear tendrían el beneficio adicional de producir energía en los vuelos.
“Si comenzamos ahora, en 25 años podríamos tener tecnologías disponibles para ayudar a protegernos de estos tiempos de viaje tan largos”, dijo.
En las condiciones de hoy, un solo tramo del viaje a Marte demoraría tanto que un astronauta recibiría la misma cantidad de radiación que se considera segura a lo largo de toda su carrera.
“Aún no tenemos la solución en términos de seguridad, en términos de protección contra rayos cósmicos y llamaradas solares a las que (el astronauta) se expone durante este tiempo de tránsito”, dijo Jones.
Especialistas han identificado varias tecnologías que necesitan desarrollarse rápidamente, incluyendo una nave que pueda resistir el duro ingreso a Marte y aterrizar suavemente, y la capacidad de devolver a los pasajeros a la Tierra.
La NASA cuenta con un nuevo módulo de aterrizaje robótico llamado InSight que se dirige hacia Marte, donde aterrizará el 26 de noviembre después de despegar de California el 5 de mayo.
El proyecto de 993 millones de dólares apunta a expandir el conocimiento de las condiciones en Marte con el fin de enviar exploradores, y revelar cómo los planetas rocosos como la Tierra se formaron hace miles de millones de años.
Jim Garvin, científico jefe del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, cree que InSight completará las “incógnitas críticas” y ayudará a tener una comprensión clara sobre Marte.
En 2020, otra misión de la NASA enviará un vehículo a ese planeta, con el fin de determinar la habitabilidad del entorno marciano, buscar signos de vida antigua y evaluar los recursos naturales y los peligros para futuros exploradores humanos.
Además, empresas privadas como SpaceX y otras naciones están desarrollando tecnologías que podrían usarse en próximas misiones a Marte.