Este año el meteorito TB145 pasará nuevamente “cerca” de nuestro planeta, tal como ocurrió en 2015.
En aquella oportunidad, el cuerpo pasó a 498.896 kilómetros de la Tierra, equivalente a 1,3 veces la distancia que hay entre nosotros y la Luna.
En esta ocasión la distancia será bastante superior, ya que se desplazará a 40 millones de kilómetros, razón por la que no podrá ser apreciado a simple vista.
Se trata de un asteroide que bajo ciertas condiciones de luz, presenta un aspecto similar al de una calavera humana. Los expertos señalan que mide entre 625 y 700 metros.
De acuerdo a los cálculos de la NASA, pasará cerca de la Tierra el próximo 11 de noviembre. Si bien ha sido calificado como “potencialmente peligroso”, no representa ningún peligro para la Tierra.
Tal como publicó el periódico español ABC en 2017, corresponde a un “cometa muerto”, es decir, ya perdió todo el hielo y polvo que formaba su cola, por lo que sólo queda la roca.
Su descubrimiento se produjo recién en octubre de 2015 -gracias al telescopio Pan-Starrs I en Hawái- debido a que la mayor parte del tiempo ha estado detrás de Marte. Además, es más pequeño y oscuro que la mayoría de los meteoritos.