Cuando la gran cajota del más nuevo modelo de Roomba llegó a mi departamento, pensé que se habían equivocado de envío. ¿No sería uno de sus antiguos dispositivos militares?…

La respuesta a por qué una aspiradora con la circunferencia de una torta familiar llegaba en una caja que superaba el medio metro de alto y ancho, estaba en la premisa del dispositivo: que con ella no sólo nunca deberás volver a ocuparte de la suciedad en tu hogar, sino que nunca volverás a tocar (o respirar) una brizna de polvo en tu vida, ni siquiera al limpiarla.

Suena intrincado, pero la solución de los ingenieros de iRobot para su Roomba i7+ (Plus) es tan sencilla como elegante. Al terminar su tarea, la aspiradora regresa a su base inspirada en un pedestal cuyo diseño ya habrían querido los productores de Tron, y vacía solita la mugre en su contenedor hacia una bolsa externa, la que una vez llena puede ser desechada herméticamente.

Sin preocupaciones. Sin molestias. Sin antihistamínicos.

Roomba i7+ en su base de Tron
Roomba i7+ en su base de Tron

Pero, ¿funciona tan bien como promete? Sí y no. No cabe duda que la i7+ es un accesorio de gran comodidad para todo quien odie pasar la aspiradora e, inevitablemente, lidiar luego con el grotesco aseo de su bolsa. Sin embargo su eficacia está lejos de ser perfecta y, por el precio al que se vende, podríamos entenderla más como un artefacto que -lejos de hacerse indispensable- nos brinda comodidad a un precio muy, muy elevado.

7 años bailando Roomba: ¿qué ha cambiado? (spoiler: muy poco)

En 2016 adquirí la Roomba 880 que por entonces llevaba dos años en el mercado y sigo usando hasta hoy, así que una de mis primeras tareas fue comprobar qué había evolucionado en el diseño de la última encarnación del aspirado robótico.

Roomba i7+ vs Roomba 880
Roomba i7+ vs Roomba 880

Para mi sorpresa, casi nada. Como pueden ver en las fotos ambos modelos son prácticamente iguales, incluso en tamaño. Tanto mi vieja Roomba 880 como la nueva i7+ usan la misma tecnología AeroForce, consistente en dos rodillos de goma centrales que devoran suciedad, pelos, tierra y hasta anillos que desaparecen para siempre; y un cepillo de tres cerdas que recoge el polvo para ponerlo a disposición de los rodillos de succión. Todo montado en un robusto cuerpo circular dotado de dos grandes ruedas todo terreno más una tierna ruedita guía frontal, además de un set de sensores ópticos capaces de “ver” los lugares con mayor suciedad para repasarlos (o me he sugestionado lo suficiente con que es capaz de hacerlo).

AeroForce Roomba i7+ vs 880
AeroForce Roomba i7+ vs 880

Oh, y sería injusto dejar de mencionar el filtro HEPA (Recogedor de Partículas de Alta Eficiencia), que funciona como purificador de aire y hace las delicias de quienes somos alérgicos y pese a ello tenemos el masoquismo para coleccionar gatos.

Ahora, me sorprende que en 7 años de desarrollo, los cerebros de iRobot no hayan hecho ninguna mejora a este concepto salvo pintar los rodillos de verde. El mecanismo es idéntico. ¿En serio? ¿Ningún extensor plegable para llegar a esas esquinas geométricamente inalcanzables para una circunferencia? ¿Nada capaz de lidiar con la suciedad y pelos más rebeldes sobre las alfombras? (más sobre esto después). Shame on you, iRobot.

(Y por cierto, debido a la estática, ambas siguen siendo imanes en sí mismas para cubrirse de pelos).

En vez de mejoras físicas reales, la compañía decidió recurrir al mismo truco de las desesperadas empresas de telefonía móvil: la (así llamada) inteligencia artificial.

Tu casa en la palma de tu celular

Como no podía faltar en todo dispositivo considerado inteligente hoy en día, la Roomba i7+ es capaz de conectarse a internet (oh, wow) vía WiFi, y de ahí a tu celular, donde mediante la aplicación de iRobot, puede reconocer cada habitación y realizar su labor donde y cuando tú lo determines.

No negaré que aquí la cosa se puso más entretenida. Gracias a una cámara instalada en la parte superior del cachivache, esta va “observando” su entorno y cual arquitecto pensando “y para esto hice maquetas por 5 años”, realizar un mapa de tu hogar. La cámara es tan listilla, que incluso puede tomar nota de los muebles, puertas, gatos y otros obstáculos en su camino, dejando un registro para no volver a darse contra ellos.

App iRobot
Mapa dibujado por la Roomba… no muy preciso, pero sirve

La idea es que tras un par de recorridos libremente por tus dominios (en realidad bastantes, al menos unos diez) Roomba tendrá suficiente información y te pedirá “bautizar” cada sector, pudiendo hacer cambios manualmente si prefieres dividir un pasillo o dejar fuera áreas con cosas delicadas a ras de piso. También podrás crear diferentes programas para que, por ejemplo, la aspiradora limpie sólo los dormitorios, el living y el comedor, o la casa completa.

Lo mejor es que, como funciona por internet, ni siquiera tendrás que estar en casa para administrarla. Bastará que la dejes programada o te conectes con tu celular desde cualquier lugar, para ordenar a tu amiguita que haga lo suyo. Ya sabes: un día eres joven, y al siguiente te emociona llegar del trabajo y encontrar tu casa ya aseada.

¿Y la batería o si se llena el contenedor? No te preocupes. La Roomba i7+ sabrá cuando ya ha sido suficiente (contrario a nosotros que seguimos pegados al teléfono a las 3 de la mañana) y volverá a su base, vaciará su contenedor, recargará baterías, y volverá a sus labores diligentemente.

Eeeeh… al menos, en teoría.

“Ahí está el detalle”, como diría Cantinflas

En mis pruebas, la Roomba i7+ demostró no ser tan inteligente ni tan prolija como se anunciaba.

Aunque la creación del mapa tomó tiempo, logró ser lo suficiente preciso para poder ordenarle con eficacia que fuera a uno u otro cuarto. Que regresara… eso era otra cosa.

Varias veces tuvimos que rescatarla de muebles bajo los que encalló sin saber cómo salir, incluyendo una vez que se nos perdió durante varios minutos hasta que la encontramos luchando a muerte para tragarse el elástico de la funda de un sillón. Más aún, me sorprendió que su tecnología WiFi y de mapeo no fuera capaz de dirigirla hasta su base. Por el contrario, sigue confiando en el mismo sensor de la 880 para hacer contacto infrarrojo con ella, paseándose por toda la casa hasta encontrarla (o que yo me hartara y la llevara a mano de vuelta).

Sobre su capacidad de aseo, es relativa. Las Roomba -tanto la 880 como la i7- funcionan de maravillas sobre pisos lisos, de baldosa o flotantes; lo hacen bastante bien sobre el alfombrado; pero tienen problemas para dejar realmente limpias las alfombras, sobre todo si son mullidas.

Tomemos por ejemplo la esquina de esta alfombra de mi departamento, especialmente cultivada para esta prueba durante una semana con pelos de gato (*disclaimer: mi esposa me obliga a aclarar que nuestra casa no está permanentemente en este estado).

Alfombra sin limpiar
Wákala…

Luego de tres pasadas con la Roomba i7+, el panorama mejora, pero no mucho.

Alfombra tras pasar la Roomba...
Alfombra tras pasar tres veces la Roomba…

Sólo una vez pasada la aspiradora manual, esfuerzo humano de por medio que casi me cuesta un infarto, la recuperamos.

Alfombra limpiada con aspiradora manual
Con aspiradora manual… ahora sí

Y al igual que su hermana más vieja, la 880, por muy i7+ que sea, la Roomba sigue siendo inútil para remover la suciedad de esquinas, sobre las molduras, alrededor de las patas de mesas y sillas, y otros lugares que sólo la supervisión conyugal es capaz de ver.

Respecto de la duración de la batería, es menor a la de la 880 debido a la conexión inalámbrica. Lo mismo la capacidad del contenedor, aunque ambas deficiencias se vuelven menos relevantes pudiendo volver a la base con regularidad.

¿Qué pasa con la bolsa externa? Bueno, aquí la cosa se pone peluda. Literalmente.

¿Que cuesta cuánto???

Como dijimos al principio de este artículo, la i7+ basa su premisa fundamental en que nunca debas ocuparte de limpiar una bolsa o contenedor, como ocurre con una aspiradora manual o con su antecesora, la 880. Para ello, se acercará suavemente a su base y, con un ruido similar al de un jet comercial al despegar, vaciará todo su contenido al mismo tiempo que hace huir a los gatos despavoridos (no, nunca la programes para funcionar mientras duermes).

Para que no tengas que limpiarla, la bolsa es desechable, por ende, deberás comprar más regularmente. ¿Cuánto cuestan? En la Chile, la importadora oficial de iRobot es AFTech, que te venderá un pack de 3 nuevas bolsas por $29.990 (39 dólares). Así es: 10 mil pesos cada bolsa.

Según la empresa, esto no es mucho ya que cada bolsa dura 6 meses. Como comprenderán, esta relación es muy relativa porque dependerá del tamaño de tu hogar, la cantidad de veces que uses la Roomba y el chiquero que tengas en casa. Tras usar la aspiradora un par de veces por semana durante un mes, en nuestro departamento de 70m2, habitado por un humano de pelo corto, dos humanas de pelo largo y tres gatos pelechones, calculé que la bolsa se llenó a la mitad.

Bolsa externa Roomba i7+
Bolsa externa Roomba i7+

Pero el precio de las bolsas es la mitad de la sorpresa, ya que la aspiradora y su base cuestan en el retail desde 749.990 pesos (casi 1.000 dólares). Es decir, lo que te costarían 14 y media aspiradoras de mano de 1600 watts.

Si consideras que es un monto admisible de invertirlo (o gastarlo) depende de ti, tus condiciones financieras y cuánto valoras impresionar a tus visitas.

Conclusión

No deberías comprarla si…

– Tienes una casa con muchos muebles o alfombras.
– Esperas olvidarte del aseo manual (aún será necesario, aunque con menos regularidad).
– Tienes gatos sphynx.
– El banco ya ha enviado matones para que pagues la tarjeta de crédito.
– Le temes a la rebelión de las máquinas.

Deberías comprarla si…

– Tienes una casa pequeña o mediana, con pocos muebles y pisos lisos.
– Tienes mascotas peludas.
– Te duele la espalda cada vez que haces aseo.
– Eres alérgico y estornudas con sólo mirar la aspiradora.
– Compraste Bitcoins en 2009 y no sabes qué hacer con tanto dinero.