Las energías renovables no convencionales (ERNC) continúan ganando terreno en comparación con otras fuentes energéticas tradicionales, y durante 2019 solo en América Latina, la inversión para proyectos de este tipo superó los 18 mil millones de dólares, la más alta de la historia en la región.

Dentro de los países que comparten las mayores inversiones, Chile fue el de mayor crecimiento en comparación con años anteriores: de los 1.200 millones de dólares que registró el año 2018, alcanzó los 4.900 millones de dólares el 2019, arrebatándole a México el segundo lugar y ubicándose muy cerca de Brasil, que con 6.500 millones de la moneda norteamericana lidera el ranking de inversiones de ERNC en la región.

Este resultado responde en gran medida a las condiciones que posee nuestro país para el desarrollo a largo plazo de proyectos de energías limpias, principalmente solares, y no necesariamente se trata de megaproyectos de gran escala, ubicados en la zona norte. Otro aspecto relevante es la inmejorable condición del suelo chileno, en cuanto a radiación solar, para la implementación de parques fotovoltaicos.

Respecto de ese punto, Víctor Opazo, CEO de Solek Chile, afirma que “una cantidad considerable de las inversiones consiste en proyectos fotovoltaicos de pequeña escala, más conocidos como PMGD (Pequeños Medios de Generación Distribuida) que se ubican en la zona centro y sur, más cercanos a los lugares más poblados del territorio”.

En comparación con los grandes proyectos energéticos, es que los PMGD prescinden de largas y costosas líneas de transmisión, por lo que la inversión se inyecta directamente en los parques solares.

Particularmente en el caso de Solek, y solo para este año, tiene considerado finalizar el desarrollo equivalente a 183MW, además de conectar a la red 106 MWp.