Durante 10 largos años se tramitó en todas las instancias públicas competentes, con la activa participación ciudadana y de los gremios empresariales relacionados con el lucrativo negocio de la construcción, el Plan Intercomunal Regional (PRI) de Tarapacá, fijando normas urbanísticas para tres de sus siete comunas, a saber Iquique, Alto Hospicio y Huara y por ello tal necesario instrumento normativo llegó a la Delegación Regional de la Contraloría General de la República para su toma de razón, trámite indispensable para que se publique en el Diario Oficial y por lo tanto empiece a operar.
Pero, en una decisión impropia, el 21 de diciembre de 2020 el intendente UDI, Miguel Ángel Quezada, actuando como recadero de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y de una senadora también UDI de esa región, retiró de la Contraloría dicho documento público, pues la mencionada asociación gremial empresarial, principal lobbysta del país, no estaba conforme con su contenido. Tanto el Colegio de Arquitectos de esa región, como los respectivos alcaldes de esas 3 comunas se molestaron sobremanera por no haber sido informados previamente de esa decisión adoptada por Quezada y el presidente del Consejo Regional, Rubén Berrios, le exigió al intendente una información oficial acerca de su proceder.
Por lo anterior, este columnista fue contactado por el candidato a gobernador regional de Tarapacá, Enzo Morales, independiente apoyado por el PC, con el objetivo de que sobre ese despropósito, fuera entrevistado por algunos medios locales de prensa, lo que sucedió en varias ocasiones durante el mes de febrero pasado. Obviamente mis declaraciones fueron muy fuertes criticando al intendente y a la CChC por ejercer indebidas influencias para que la Contraloría no tomara razón del PRI. Ellos querían que dicho instrumento normativo fuera enviado nuevamente a la Contraloría solo cuando la actividad comercial de la construcción, considerada “esencial” por el gobierno durante la pandemia que padecemos, le diera su visto bueno.
A esta fecha, el intendente Quezada no le ha remitido a la Contraloría el PRI de la discordia, pero si conocemos otra situación bastante singular que acontece en esa histórica ciudad que muchos la han bautizado como “tierra de campeones”.
En efecto, con asombro y estupor, la comunidad local de Iquique está alarmada con las nuevas construcciones para un casino de juegos de azar, que afecta al Monumento Histórico del Estadio de Iquique, en el sector Cavancha, declarado por el Decreto N° 9 de fecha 25 de enero de 2019, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, acto administrativo publicado en el Diario Oficial del lunes 25 de febrero de 2019.
Según se ha podido averiguar, las nuevas construcciones ajenas al Monumento Histórico, ya cuentan con el Permiso de Edificación N°143, de fecha 11 de diciembre de 2019, cursado por la Dirección de Obras Municipales (DOM) sin contar con la autorización previa del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), en abierta contravención de la Ley N° 17.228, toda vez que parte de las construcciones se emplazan en el polígono protegido. Curiosamente, el infractor en este caso es la propia Municipalidad de Iquique.
Más aún, por misteriosas oscuras razones, cuando se tramitaba administrativamente en el CMN la declaratoria de Monumento Histórico, la comunidad local, representada por 4.000 iquiqueños que firmaron la solicitud y varios centros culturales, sociales y deportivos de la comuna, pidieron preservar un polígono de 35.000 m2, pero, sin explicación alguna, se dictó el aludido Decreto N° 9 referido a otro de sólo 20.000 m2, cercenando con ello, al referido inmueble histórico.
En ese 40% mutilado se encuentra la gradería sur del estadio, es decir, aquella que sirvió para alentar a los deportistas locales que dejaron su talento y esfuerzo en aquel tan importante recinto deportivo del heroico norte de Chile, lo que se refleja en el expediente para declararlo monumento histórico, error garrafal que se le representó formalmente, hace pocos días atrás, a Emilio de la Cerda en su calidad de Subsecretario del Patrimonio Cultural y presidente del CMN.
Por lo informado, es de esperar que la ministra Consuelo Valdés tome cartas en el asunto, antes de que sea demasiado tarde, puesto que, un inmenso casino de juegos de azar no es precisamente compatible con la preservación de un monumento histórico cultural que pretende tener presente los innumerables logros deportivos de los iquiqueños.
En resumen, dado que conocemos muy bien las influencias que ejercen en el aparato público los poderes económicos en Chile, seguramente el intendente Quezada se tomará un buen tiempo más para enviar a la Contraloría el PRI que regula los sectores rurales y urbanos de las comunas de Iquique, Alto Hospicio y Huara, pero lo hará con los cambios que exigen aquellos que lucran con la explotación del recurso suelo y sobre lo acontecido con el error cometido con el Monumento Histórico, el CMN tendrá que rectificarlo próximamente.