Como parte de la profunda responsabilidad que tienen los gobiernos con sus ciudadanos en el establecimiento de caminos para volver a tener una sana convivencia al interior de las escuelas, y considerando como antecedente los lamentables ataques a docentes y la violencia contra la comunidad educativa, es que el proyecto de Aula Segura, aprobada en el Congreso con modificaciones, busca en primer término, brindar a los directores de los establecimientos educacionales, mayores facultades en materias relacionadas con la expulsión y cancelación de matrícula en casos de violencia grave.
Lo anteriormente señalado, considera una ruta ya trazada por el ejecutivo a partir de “Aula Segura”, la que debe complementarse de otras políticas que favorezcan a aquellos estudiantes y familias en riesgo psicosocial, donde el Estado reconozca, que en su origen, existen situaciones que deben ser prevenidas con educación junto al apoyo de distintas redes.
También cabe la pregunta de cómo estos jóvenes infractores al interior de los establecimientos se pueden reinsertar si son expulsados de una institución; entonces se requiere de un abanico de posibilidades para la prevención y la colaboración con quienes por diferentes razones, llegan a este tipo de situaciones que son censurables pero que tienen una base de la cual debemos hacernos cargo como país.
El proyecto hace indicaciones además al uso, posesión y tenencia de determinadas armas al interior de los colegios junto a las agresiones que produzcan lesiones en docentes y personal asistente de la educación.
Es primordial indicar la necesidad de que la implementación suponga diálogos para evidenciar la importancia del respeto al otro, ya sea par o profesor, y eso implica también un cambio de mediano a largo plazo en la cultura escolar.
La convivencia escolar puede verse claramente fortalecida siempre que cómo se señaló anteriormente, existan instancias de prevención de la violencia con equipos multidisciplinarios al interior de los establecimientos y con líneas de acción con los estudiantes infractores.
Cuando se procura prevenir evitamos los riesgos en todo ámbito, de ahí que, desde dichos apoyos, Aula Segura se constituya en una complementación a las necesidades de regular en las escuelas y la necesaria seguridad que busca la comunidad escolar para cumplir con su cometido de propiciar aprendizajes significativos y pertinentes desde un espacio en donde puedan tanto estudiantes, padres y apoderados ser partícipes del crecimiento para generar un real aporte a la sociedad.
Verónica Barraza Riquelme
Directora Escuela Educación Inicial
Facultad de Educación
Universidad Bernardo O’Higgins