Prestar "laticas" de arroz o de atún, forrar cuadernos con papel periódico y no invitar a nadie a comer, son parte de los malabares que hacen los cubanos, reflejados en un humor realista desde las redes sociales.
Conseguir comida en Cuba, un desafío. En TikTok, el humor se ha vuelto la radiografía de la realidad que impera en la isla.
Recientemente, y por primera vez desde el bloqueo impuesto al país caribeño, la dictadura cubana solicitó alimentos a las Organización de las Naciones Unidas, dejando ver la necesidad, ahora innegable de parte del régimen, sobre una crisis alimentaria.
Ya sea bajo la diplomacia, o el humor en redes sociales, los cubanos con internet en su territorio, pueden llegar a buena parte del mundo para contar por medio de parodias lo que se vive a diario, en un país donde ser madre soltera o joven, sin obviar a hombres y personas de la tercera edad, es sumamente difícil los 365 días del año.
Es el caso del joven que desarrolló varios personajes para ejemplificar lo que se vive en su país, ante la escasez de alimentos y otros insumos para salir adelante en varias facetas de la vida.
Los malabares de “Magaly” para conseguir comida en Cuba
Ezequiel Pérez es un cubano que creó dos personajes, madre e hija, para retratar lo que ocurre en la isla cuando se es madre soltera, cubana y se debe conseguir el alimento o hacerlo rendir a partir de una sola lata de atún o sardina, por ejemplo.
Uno de esos personajes es “Magaly”, una madre que, como millones, pasa por precarias situaciones a fin de brindarle sustento a su hija “Rachel”, interpretada también por @zeque_perezz, tal como figura su usuario de TikTok, con millones de me gusta en su cuenta.
Uno de los momentos más clarificadores, mostrado con un poco de humor, fue el de Magaly haciendo el paso a paso de una receta en Cuba, prácticamente con sobras de productos.
“Normalmente nunca hay nada para hacer una pasta”, comienza relatando el personaje, que poco a poco describe cómo puede ser el día a día de una familia que cocina con el mínimo de los ingredientes en la isla.
Se trata de una serie de ejemplos de carencia y del ingenio para poder preparar un plato para una o dos comidas al día o, incluso, para guardarla por un mes.
“En este caso, me regalaron una latica (lata) de sardina. Picamos la sazón que tengamos. En este caso yo tengo cebolla, nada más. Ajo en polvo, pimienta… Un punto importante en esta receta es que tienes que tener harina, porque normalmente la pasta lleva huevo, lleva aceite, y como que es mucho gasto de aceite, huevo que no hay”.
En el video, se muestra además cómo un poco de alimentos puede significar semanas de merienda para los hijos, si se conservan en botes dentro del refrigerador. En los comentarios, algunas personas no dudaron en lamentar una situación que consideran real en Cuba.
Rachel: el personaje que retrata las carencias de estudiantes en Cuba, y más
Otro de los momentos más vistos, es la forma en que con esfuerzo, Magaly le consigue a Rachel una pequeña bolsa de de champú, luego de una tarde de compras.
Sin embargo, con el regreso a clases en puertas, la mujer no pudo conseguir material para forrar las libretas de la adolescente, pero sí papel periódico, algo que evidentemente avergüenza a su hija.
El video humorístico y a la vez realista, lo complementa un tercer personaje: la abuela de Rachel, quien realiza una especie de engrudo a falta de pegamento para los cuadernos.
Por otra parte, otro de los videos relata cómo los jóvenes a veces deben estudiar en casa de sus compañeros, como se acostumbra en Chile, donde se les ofrece una “once” en el intertanto.
En Cuba es muy distinto y la dificultad tiene que ver con la escasez de alimentos, nuevamente, ya que algunas familias esperan que otras puedan brindar aunque sea un poco de comida a sus hijos. Sin embargo, lo que hay, a penas alcanza para el seno familiar, si es que alcanza.
Rachel vive eso cuando Magaly le dice que no puede invitar a comer a Jessica, su compañera de clases que se encuentra estudiando en casa.
“Tu vas a comer ahora porque María me prestó una latica de arroz, porque aquí no hay ni cojones”, le comenta la mujer contrariada. Al parecer, las personas viven, según el video, de lo que otros vecinos les prestan para poder alimentarse.
Conseguir comida en Cuba, hasta en navidad: “Cuesta un ojo y la mitad del otro”
Y cuando se supone que la época del año llega para compartir espiritualidad, presentes y platillos, las dos últimas no son opción, de voz del tiktoker que muestra, con humor o con relatos sinceros, lo difícil de conseguir comida en Cuba.
La tradición local los lleva a poner música, jugar dominó, beber tragos locales como el ron, entre otras costumbres. Invitan a personas y los que llegan de sorpresa también son atendidos, pese a que existe la posibilidad de que la comida escasee de un momento a otro.
Sin embargo, según @zequi_perezz, la pasada navidad marcó un punto alto de carencias en los hogares promedios cubanos.
“No es lo que ahora mismo podemos comer, porque realmente un pedazo de carne de puerco te cuesta un ojo y la mitad del otro. Eso que se usa afuera, de que todo mundo se regala el 25, eso aquí no existe. Esas casas decoradas por fuera, de luces, lindas, de árboles grandes, eso tampoco se usa aquí”.
El espíritu navideño, según este cubano, es ausente o escaso, como la comida de los hogares. De ahí que su humor y, como en este caso, su reflexión, trate de poner en relieve la realidad de un país con habitantes que siguen padeciendo la falta de alimentos.
La escasez de alimentos es asumida por Díaz-Canel
Informaciones difundidas por Granma, sostienen que los alimentos como el pollo y el café, son de los que más escasean en la isla. El primero, durante 5 meses y el grano procesado, 4 meses.
Otros productos como la leche en polvo, yogur de soja y carne de res, también se encuentran entre la lista de los faltantes en los hogares.
Cabe destacar que en TikTok, creadores de contenido como @zequi_perezz vienen hablando de la situación, muy a su estilo, desde el año pasado o más, lo que refleja la desconexión de las autoridades locales con la sociedad. Eso sí, hasta las últimas semanas, cuando se pidió por primera vez ayuda internacional para paliar la crisis.
En reunión con sus ministros, el dictador cubano, Miguel Díaz-Canel reconoció que en los hogares cubanos “más del 70%” de sus ingresos, se emplea en comprar comida.