Las guerras siempre traen dolor, por obvias razones. Las parejas se separan por el servicio militar y esperan volverse a ver. El reencuentro del matrimonio separado 54 años, lo dijo todo, pero para una sola de las partes.
En la pareja protagonista de esta historia, una mujer se mantuvo fiel a la promesa de esperar a su esposo, tras su paso por el campo de batalla. Su vida corrió peligro, pero ella no dudó de que volvería a verlo.
Sin embargo, no imaginó que más de medio siglo pasaría para contemplarlo de nuevo. Él, no obstante, debía revelarle el motivo por el cual no estaban juntos, en medio del shock que le ocasionó su presencia.
Sus familiares y amigos, quienes le aconsejaban dejar todo en el pasado, no pudieron convencerla, pero sí sostenerla en un momento clave.
La rival de un matrimonio joven: la guerra
La guerra, bajo el contexto que sea, trae muchas historias inmediatas, con el avance de la tecnología. Sin embargo, a falta de eso, y la pobreza, una mujer no tuvo la oportunidad de saber nada de su marido.
El matrimonio de la pareja tuvo lugar en 1966, en China. Algunos medios como arm-news.ru informaron erróneamente que se llevó a cabo en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, por la ubicación geográfica y el reencuentro del matrimonio separado 54 años, se sabe que ocurrió en el marco de la purga interna que se extendió por todo el país asiático, en el marco de la denominada Revolución Cultural.
Antes de ser enlistado para pelear por su país, el hombre se unió en matrimonio con Yuyia, una joven adolescente, quien lucía, según los registros, enamorada y feliz con la unión.
No tenían idea del desafío que enfrentarían, ya que a las pocas horas fue llamado por el ejército. Fue la última vez que se vieron, hace más de medio siglo.
El amor, sin embargo, mantendría viva la llama, en al menos una de las hogueras. La esposa le afirmó:“Tendré paciencia. Juro que nunca más me casaré”, esperando su regreso o no.
La búsqueda previa al reencuentro del matrimonio separado 54 años
Pasaba el tiempo y la mujer no sabía nada de su esposo. Preguntó durante meses si estaba con vida. Algunos le decían que murió. Otros, le afirmaban que probablemente desertó de sus filas.
Sin embargo, no estaba dispuesta a darse por vencida. Siguió preguntando cuando pasaron incluso décadas. La tecnología se volvió un aliado, pero su persistencia fue el motor de búsqueda.
Su familia, en cambio, le pedía que dejara de lado su promesa, que podía rehacer su vida al lado de otro hombre y tener todos los hijos que un día planificó tener con su esposo.
No hizo caso de las peticiones. Se mantuvo firme en su compromiso. Era importante para ella conservar su “palabra de honor”.
Pronto se daría cuenta de una cruel realidad, con un reencuentro que se volvió agridulce, dadas las explicaciones surgidas tras ese momento.
“¡Te he esperado durante 54 años! ¿Por qué no te acercaste a mí?”
Una mañana del 2020, un conocido de la ahora anciana china, se acercó con noticias a esas alturas inesperadas. Localizaron a su marido. Por fin se daría el reencuentro del matrimonio separado 54 años por la guerra.
La debilitada mujer, estaba emocionada por lo que verían sus ojos. No sabía que su marido, al que encontró después de medio siglo sin verlo, tenía muchas cosas que explicarle.
Cuando el contacto se dio, fue de la forma más emotiva. La mujer mayor se abalanzó sobre su pareja, en silla de ruedas, y se aferró a su pecho para decirle: “¡Te he esperado durante 54 años! ¿Por qué no te acercaste a mí?”
Los testigos del momento afirman que el hombre sollozó, avergonzado, y no pudo comentarle en ese momento los motivos que los mantuvieron separados, aún y cuando cumplió su servicio.
“¿Por qué no te acercaste a mí? ¿Dónde has estado durante todo este tiempo?”, le reprochó la mujer, en una mezcla de amor e indignación por lo que sus ojos veían.
La verdad asomó poco tiempo después. Corrección: tardó en llegar 54 años.
Un desalojo, una búsqueda breve y un nuevo matrimonio
Cuando los presentes preguntaron, tras el reencuentro del matrimonio separado 54 años, el hombre aseguró que volvió a su antiguo hogar a buscar a su mujer, pero encontró las casas destruidas, por lo tanto, la creyó desaparecida y poco después, muerta.
Sin embargo, no continuó la búsqueda por mucho tiempo. Una de las razones fue que muchas personas no sabían leer o escribir, por lo tanto, sus nombres eran cambiados para darles una identidad, a veces en contra de su voluntad, luego de culminado el conflicto interno.
El hombre decidió comenzar de nuevo. Poco tiempo después, contrajo matrimonio con otra mujer y tuvo una familia numerosa, entre la que ya se encuentran sus nietos.
La noticia fue dolorosa para la anciana que lo esperó en su especie de “Muelle de San Blas” y, por qué no, también para el hombre que fue criticado por algunos y comprendido por otros, debido al contexto en el que se dio todo.
Tras el reencuentro, volvió con su familia. La que fue su primera esposa, regresó a sus recuerdos de la vida feliz que brevemente tuvo junto a un hombre, pero bajo la misma ausencia de este, a quien le dio su “palabra de honor” de esperarlo por siempre, cumpliéndola hasta el fin de sus días.