A sus 53 años, Melania Trump tiene una vida casi de película. Pasó de su natal Eslovenia a trabajar como modelo, casarse con el entonces magnate norteamericano Donald Trump y en un paso, no tan largo, ser la Primera Dama de Estados Unidos.
Enfundada en un traje celeste, caminó por las escaleras del Capitolio en 2017, para tomar el poder en la investidura de su marido, al que acompañó constantemente durante su presidencia.
Los rumores de un posible divorcio la acompañan desde que se casó con Trump, durante su etapa en la Casa Blanca fueron más intensos, pero una vez que la familia salió de Washington y se asentó en Miami, casi lo daban por hecho.
Sin embargo, pese a todos los pronósticos mediáticos, Melania continúa junto a su marido, incluso ahora que está acusado de una decena de delitos graves.
Melania Trump: su vida después de la Casa Blanca
“Ser primera dama de los Estados Unidos fue mi mayor honor. Creo que logramos mucho en los cuatro años de la Administración Trump”, declaró Melania Trump a Fox News en 2022.
Se trató de la primera entrevista que entregó después de abandonar la Casa Blanca, el mismo día de la investidura de Joe Biden, a la que Donald Trump insistió en no asistir al no reconocer el triunfo del Demócrata.
Una vez que salió de Washington, Melania dejó la vida pública al 100% y solo se le pudo ver en contadas ocasiones.
Porque mientras todos especulaban sobre el posible divorcio de la pareja, al parecer estaban más unidos que nunca disfrutando de la vida en Mar-a-Lago, una exclusiva zona de Palm Beach, en Florida.
En esa entrevista dio las primeras luces de un posible intento por retornar a la Casa Blanca, cuando respondió “nunca digas nunca” a la consulta, consignó El País.
Sin embargo, se mantenía ocupada. A principios de 2022 salió a subastar algunas del vestuario que llevó mientras era Primera Dama, rompiendo la tradición de sus predecesoras que donaron parte de sus emblemáticas prendas al Museo Smithsoniano de Arte Americano.
Lo curioso es que su colección llegó a NFT (token no fungible), el arte digital que se vende directamente en su sitio web y que consiste en una “acuarela” del artista Marc-Antoine Coulon, consignó CNN.
La pieza incluye un audio grabado por Melania y se puso a la venta por unos 150 dólares.
“Me enorgullece anunciar mi nuevo proyecto de NFT, que encarna mi pasión por las artes, y apoyará mi compromiso continuo con los niños a través de mi iniciativa Be Best”, señaló en un comunicado, sin embargo, nunca se supo cuánto porcentaje iría destinado a las iniciativas benéficas, ni tampoco cuánto recaudó en las ventas.
Terremoto o un temblor en casa de los Trump
Pese a su incursión en el negocio del arte digital, Melania tiene contadas apariciones públicas, manteniendo una vida extremadamente discreta en Mar-a-lago junto a Donald Trump. La que combina con viajes a Nueva York, la ciudad donde vivió tantos años.
Sin embargo, los Trump volvieron a estar en la palestra durante este 2023. Donald lanzó su candidatura con miras a una nueva elección presidencial, decidido a quitarle el puesto en la oficina oval a Joe Biden.
Pero al mismo tiempo, los problemas para la familia aparecieron cuando a finales de marzo de este año imputaron al expresidente de 30 cargos por delitos graves, entre los que está comprar el silencio de una estrella porno en las vísperas de las elecciones de 2016.
“Melania y Donald se sorprendieron cuando se les dijo… No se lo esperaban, pero Melania lo va a apoyar. Eso es lo que ella hace. Son una familia”, declaró una fuente a la revistaPeople.
El mismo medio declaraba que Melania estaba molesta y enojada por la acusación a su marido, pero no devastada, sino que más bien, sorprendida de la acción que tomó la justicia estadounidense.
Además, vieron el apoyo que le dieron los partidarios de Trump, tanto en la misma zona de Mar-a-lago donde suelen jugar golf, como en el entorno del expresidente.
Las cosas cambiaron para Melania y los Trump
Eso era lo que pasaba en abril con los Trump, sin embargo, actualmente, las cosas son un poco distintas.
Para abril estaba molesta, pero confiaba en que las cosas tomarían un curso positivo para su marido, sin embargo, Donald Trump fue acusado de decenas de delitos graves, en dos casos, uno federal y uno en Nueva York.
Se trata de una acusación no sellada de 38 cargos. Según consignan en medios estadounidenses, “los fiscales alegan que Trump, de 76 años, retuvo más de 100 documentos clasificados después de dejar la Casa Blanca y mintió a sus propios abogados (y, en algunos casos, les dio instrucciones para que mintieran) para intentar obstruir la investigación y ocultar que estaba en posesión de algunos de los documentos”.
Aunque falta mucho para un veredicto, periodo en el que pueden ocurrir muchas cosas, Melania manifestó su posición frente al asunto. Así lo señaló una fuente en exclusiva para People.
Melania Trump: fría y distante
El medio norteamericano señaló que una fuente cercana les comentó que Melania está molesta por la situación que está viviendo su marido y desea que los problemas legales desaparezcan.
Además, indicó que “ella no quiere tener nada que ver con nada de eso”, agregando que “a pesar de que su marido sienta que sus problemas legales son una caza de brujas, ella prefiere alejarse y abstenerse de hacer declaraciones, dado que las últimas pruebas, en especial las del caso de los documentos de Mar-a-Lago, son bastante perjudiciales para él”.
Según comenta People, Melania creería que la situación de su marido es difícil; sin embargo, ella “se mantiene fría y distante y prefiere ocuparse de sus asuntos”.
Además, remató indicando: “La acusación reciente no la involucra a ella, y si bien puede sentir que la evidencia es dañina y que él tiene un camino difícil por delante, ha vivido con otras humillaciones públicas durante muchos años, incluidos los escándalos sexuales”.
Una prueba de que pese a todo, Melania continúa avanzando con su vida, pero ahora a su manera, tal como lo hizo la tarde que su marido abandonó la presidencia y llegó a dar su primer discurso como expresidente en Miami, donde se hizo viral, por sencillamente, seguir un rumbo muy diferente de Donald.