Calígula, conocido como uno de los emperadores romanos más crueles de la historia, curiosamente solo reinó por 4 años, en los que la barbaridad y perversión lo acompañaron directamente.
Al asumir en el poder adoptó el nombre de Cayo Julio César Augusto Germánico. Él no era fan de su apodo Calígula, que viene de una particular historia que no hace honor a su historia llena de crueldad.
Sin embargo, varios se cuestionan que tan real era la locura del emperador y también que cuánta verdad existe en la historia que cuentan de él.
Algo que no solo ocurre con él, sino que con otros emperadores como Nerón, cuya crueldad también es contada en la historia luego de su muerte, pero de lo que no existe una certeza al 100%.
Lo que fuera, la historia muestra como fueron los 4 años de Calígula en el poder y cómo reaccionó el pueblo ante el emperador.
La infancia de Calígula
Cuando nació Cayo Julio César Augusto Germánico, en el año 12, estaba destinado a ser un emperador. Hijo de Germánico, un general romano adorado por su pueblo y las legiones; y Agripina la Mayor, una mujer que descendía de Marco Agripa y Julia la Mayor, hija de Augusto.
Su infancia la vivió en zona de guerra y con su padre en combate. Lo vestían como a un soldado de pequeño, de ahí que llegara a su vida el apodo de “Calígula”, cuando le fabricaron un calzado como el que usaban las legiones, las “Caligae”.
De ese calzado viene el apodo que le dieron, “Calígula” o “Botitas” por el tamaño del calzado que vestía cuando era un niño, consignó La Vanguardia.
Ese apodo nunca le gustó, por eso adoptó siempre el nombre Cayo Julio César, que compartía con Julio César, un famoso antepasado.
Calígula era adorado por los legionarios de su padre, quienes lo vieron como un talismán cuando su madre tomó su mano en la mitad medio de un puente, ese gesto evitó que Arminio destruyera la zona.
Era solo un niño, pero ayudó a su padre a que su popularidad creciera aún más y realizaran un desfile en honor a Germánico en Roma, donde lo acompañaron todos sus hijos y Calígula también.
Sin embargo, esa infancia feliz no duraría mucho. Cuando el emperador tenía 7 años, su padre falleció, aparentemente en Siria tras contagiarse de malaria en Egipto, aunque se propagó la noticia de que pudo haber sido envenenado.
El asenso al poder
Una vez muerto su padre, Calígula era uno de los herederos del trono romano, junto a sus hermanos Nerón y Druso, y el hijo del actual emperador, Tiberio.
Esto era una amenaza para Sejano, el segundo hombre al mando que tenía ambiciones de poder, por lo que mandó a torturar a la madre de Calígula y sus hermanos, que terminaron muriendo.
Sin embargo, Sejano no logró llegar a Calígula y lo ejecutó el propio Tiberio al notar su traición. Por eso, se nombró a Calígula heredero y vivió con Tiberio en Capri.
Según menciona BBC, estos fueron los 6 años más estresantes de Calígula, quien era vigilado constantemente buscando indicios de deslealtad, por lo que vivió en la inseguridad constante.
Sin embargo, una vez que Tiberio murió, Calígula llegó al poder y pasó a ser el amo de Roma, volviendo a la ciudad y siendo ovacionado por el mismo pueblo que adoró a su padre.
Aunque volver a la normalidad no fue fácil para Calígula, quien vivió una época traumática durante los últimos 6 años y ahí es cuando tuvo un ataque de nervios y colapsó quedando en cama.
El medio británico cita “Los antiguos biógrafos dicen que se levantó de su cama como un loco”.
Calígula en el poder
Habría heredado el poder, pero no en solitario, sino que con su primo Tiberio Gemelo, quien pronto murió cuando Calígula ordenó su asesinato, al igual que a Marco, su prefecto pretoriano.
Una vez que se “recuperó”, le declaró la guerra al Senado en una lucha constante por la supremacía, siguiendo los pasos de su antecesor, Julio César, a quien honraba en su nombre.
Se declaró como un Dios, una táctica que habían usado antes y jamás había funcionado en Roma, por eso los senadores aludieron a que su divinidad se interpretara como locura.
Sin embargo, sus acciones dieron cuenta de que algo no estaba bien. Según rescató Infobae, en su gobierno no sigue un plan de austeridad y además de disfrutar de espectáculos ostentosos de teatro y circo, le pide dinero al pueblo.
Aunque mantiene tensiones con el pueblo judío, puso una estatua con su efigie frente al templo de Jerusalén.
“En la campaña contra las tribus britanias le exige a su ejército que, en lugar de atacarlas y no dejar ser vivo alguno… recojan conchas como tributo que, según sus delirantes ensoñaciones, esas aguas le debían a la Colina Capitolina y al Monte Palatino”, rescata el medio argentino.
¿La locura desatada?
Calígula se dedicó a gastar el dinero de Roma en una vida desmedida, adquiriendo caballos, gladiadores, construyendo una mansión en el Palantino y una serie de construcciones junto al lago Nemi, donde mantenía dos navíos que utilizó para celebraciones desmesuradas.
Sin embargo, el biógrafo Suetonio señaló que mató al menos a docenas de persona. Sin embargo, además de su primo y Marco, sus víctimas son dudosas, rescata BBC.
De ahí que se crea que es una víctima de la historia, puesto que en cuatro años de poder solo se le pueden atribuir menos de una docena de muertes, muy diferente de otros colegas emperadores como Augusto o Nerón.
El mismo biógrafo señala que Calígula mantenía relaciones sexuales con sus hermanas frente a los invitados a sus banquetes. Se creía que estaba loco por el sexo debido a una poción de amor que le dio su esposa.
Sin embargo, Tácito, otro historiador que nació 15 años después de la muerte de Calígula, indicó que las acusaciones fueron escrupulosas y que no existe detalle de las acusaciones de incesto, aunque él y otros historiadores declaran que la hermana de Calígula sí lo cometió, con su tío y su hijo.
También se mencionó que quiso nombrar cónsul a su caballo, pero no existen pruebas de que su caballo favorito “Incitatus” fuera a disfrutar de esa posición, aunque sí poseía un establo de mármol y se silenciaba al vecindario cuando dormía.
De su locura se conoce mucho. Sin embargo, no todo es comprobable y se le ve como una víctima de la historia, una que contaron los mismos que lo asesinaron luego de 4 años en el poder.