Entonces queda claro que con las modificaciones dadas a conocer en este comentario, respecto de las contribuciones de bienes raíces que se pagan, por parte de algunos, en orden a terminar con todas las franquicias tributarias que tienen las viviendas amparadas en el DFL2 y aumentando la cifra base, para calcular la contribución de Bienes Raíces conforme a su avalúo fiscal, del 1,4 % al 2,0% que se aplica a los inmuebles de equipamientos comerciales (oficinas y otros) y manteniendo el 1,2% para las viviendas que ocupan sus dueños, existirán recursos suficientes para construir miles de viviendas dignas para las 40.000 familias que actualmente lo están pasando muy mal.
De acuerdo al listado del SII que tengo en mi poder, es vergonzoso que algunos privados dispongan de 800 y más viviendas DLF2, sin que paguen “ni un puto peso” de impuesto por las millonarias rentas que reciben mensualmente de sus arrendatarios.
Tampoco podemos perder de vista que los ricos situados en el 0,5 % de la población, sus viviendas están a nombre de sus sociedades con fines de lucro, motivo por el cual el pago de esas contribuciones se deduce en sus declaraciones de impuestos, lo que no sucede con las viviendas que están a nombre de sus dueños personas naturales. Por otro lado no hay que seguir tratando con tanto cariño tributario a los predios agrícolas que hay en el país, pues sus propietarios perfectamente pueden pagar contribuciones más razonables.
Vale la pena destacar que este asunto someramente se le explicó al Director del SII, en una de las 2 reuniones que hemos sostenido, con otros actores, para analizar el proceso del reavalúo de las contribuciones de bienes raíces.
Si se implementa una modificación en tal sentido, el Fondo Común Municipal aumentará en cifras siderales y por ello esperamos que Piñera ordene el cambio respectivo para que nuestros compatriotas más pobres tengan algún respiro y sea verdad el discurso oficial que habla de la “ciudad inclusiva” .
Punto de vista del Presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad.