No hay mayor corrupción que la transformación en delincuentes de la policía y los jueces. A partir de ahí el ciudadano queda inerme. De Carabineros, ya sabemos. En estos momentos se investiga a ministros de la Corte de Apelaciones de Rancagua. Serían unos coimeros, entre otras “faltas”. Una investigación de Ciper cuenta la historia. También de la influencia de la masonería, la intervención del senador Juan Pablo Letelier, de la participación en la absolución de Sebastián Dávalos y la irritante -o sospechosa, mejor- lentitud de la Corte Suprema en investigar los hechos.