La obra reivindica, desde una mirada feminista, a estos míticos personajes que ayuda a niños (y adultos) a enfrentar los prejuicios.

Por Leopoldo Pulgar Ibarra

Sin duda, que una de las aristas más relevantes de Brujas de Luna llena radica en percibir una realidad cultural de manera crítica y proyectar una opinión desde el escenario que elimina la idea de la maldad intrínseca que se le atribuye a las brujas.

Por el contrario: esta propuesta escénica instala a estas figuras de los relatos infantiles y adolescentes como mujeres que, por su sabiduría, fueron estigmatizadas en la sociedad patriarcal.

Efectivamente, el concepto “caza de brujas” que en la obra es sometido a fuerte cuestionamiento, alude a un oscuro fenómeno histórico, ocurrido en Europa entre los siglos XV al XVII.

Durante ese período, las autoridades religiosas (masculinas, igual que hoy) acusaron de brujería, entre otros motivos esgrimidos, a decenas de miles de mujeres que practicaban la medicina natural utilizando brebajes de hierbas, llevándolas a la hoguera.

Algo de todo esto muestra este montaje de la cia. La Monomito Teatro, a través de recursos ingeniosos y un juego escénico lúdico y entretenido, en un relato en que el vértigo del accionar no olvida la magia ni el peso de la memoria histórica.

La Monomito Teatro

Largo viaje

En 2021, Brujas de Luna llena ganó el III Concurso de Dramaturgia para Niños y Jóvenes Jorge Díaz (Famfest e Interdram), una historia con plena vigencia temática y personajes intergeneracionales.

Una niña de diez años que vive en Concordura es la protagonista. No es casualidad que su nombre sea Luna, una apelación a esas noches alumbradas tenue y misteriosamente por el satélite de la Tierra.

En esas ocasiones, según la tradición negativa, brujos y brujas se reúnen (aquelarre) con un macho cabrío, que representa al Demonio, para realizar malévolos “rituales y hechizos”.

Luna no cree en esos prejuicios dominantes en su pueblo que rechazan a las brujas, ni que la “razón” (como cree su mamá) sea el único criterio de verdad.

Y como es inteligente, curiosa e intuitiva, y luego de aceptar lo que siente el corazón, buscará sus propias respuestas en la memoria ancestral (olvidada y representada en su abuela), aportando al montaje un conjunto invaluable de incentivos y paradigmas activos a niños, niñas y adolescentes.

La Monomito Teatro

Ensoñaciones concretas

Para descubrir su verdad y enfrentar los prejuicios, La Monomito Teatro recurre a una variada utilería que muestra la valoración de las manualidades, junto con dotar a la obra de cálidos espacios escenográficos, consistentes con la fuerza, simpatía y capacidad de juego del elenco.

Máscaras, sombras chinas, marionetas, vestuario sencillo, elegante y funcional, materialidades reconocibles (madera, cáñamo), entre otros recursos, se suman a una narradora y al gesto desenvuelto en lo actoral y vocal.

En conjunto van construyendo un ambiente de ensoñación y concreto al mismo tiempo, donde la magia de vivir se hace cotidiana.

Tras este objetivo es indispensable el aporte de las sonoridades de la Naturaleza, otra conexión necesaria en este incesante viaje de Luna, niños, niñas y adolescentes hacia la percepción del mundo sin el lastre de la ignorancia y los prejuicios.

La Monomito Teatro

Brujas de Luna llena

Dramaturgia: Carolina Alarcón
Co dirección: Carolina Vásquez, Carolina Alarcón
Elenco: Marcela Silva Roman, Carolina Alarcón, Camila Rojas, Andrea Villalobos

Diseño integral: Nicole Salgado Hernández, Natalia Sanzana
Música y universo sonoro: Camila Rojas, Mireya Aguirre, Francisco Vargas
Técnica iluminación: Nicole Salgado
Técnica sonido: Carolina Vásquez
Producción: Sebastían Ortiz

Mori Parque Arauco
Avda. Presidente Kennedy 5413, Las Condes.
Domingo, 16.00 horas. Entrada general: $ 6.000; estudiantes y 3era edad $ 4.000. +8 años.
https://shorturl.at/1pjHX
HAsta el 04 agosto 2024.

Festival Famfest
Teatro UC.
Sala Ana González
Jorge Washington 26.
Viernes 16, 19.30 horas; sábado 17, 16.30 y 19.30 horas.
16 y 17 agosto 2024.