Por Leopoldo Pulgar Ibarra
Al mismo tiempo, aunque el protagonista de esta comedia negra busca “ajusticiar” a un gerente de banco, representante del poder económico y financiero responsable de la insufrible desigualdad en el país, no significa que se vaya a liquidar físicamente a una persona.
“Más que matarlo, dice Nicolás Venegas, dramaturgo y director de esta propuesta, este joven quiere cumplir un deseo de justicia social” e intentar que el ejecutivo y su familia entiendan que las injusticias sociales no forman parte de ‘El estado natural de las cosas’ como ellos creen”.
El director explica también que al reflexionar sobre este tema no se tuvo como referencia un hecho real y que la ficción escénica sí responde a la sorpresa que le produjo ver manifestaciones de protesta en algunos lugares del barrio alto durante el estallido de octubre 2019.
Algo similar vivió en su debut teatral, en 2019, con “Quiero entregarte mi corazón”: a partir del caso de una niña en Rancagua que se enamoró de un cantante, la obra alude a los prejuicios existentes sobre la juventud y lo estético cuando predomina la mirada económica y comercial.
“Esta vez me interesó que, simbólicamente, en ese otro ambiente (el barrio alto) habitara este espacio del estallido social”, subraya Nicolás Venegas, director de la cia. Teatro Infausto.
Lazos y conductas
La obra propone un ajusticiamiento simbólico…
“Claro, como en este relato el protagonista tiene una serie de lazos e historias pasadas con la familia donde quiere trabajar, piensa que durante esta visita podría lograr su objetivo: ajusticiarlos, es decir, permear en ellos la idea de justicia.
“La propuesta también nos permite ver que los miedos se vuelven patéticos y ridículos cuando la clase alta observa a la gente que protesta”.
¿Qué revelan esas conductas?
“Creo que una falta de empatía y conocimiento de la realidad en términos sociales, como si para ellos la desigualdad fuera parte del mundo sociopolítico. Sin embargo, siempre surge un contexto en que cae el velo y las cosas se ven en su estado natural.
“En las clases sociales altas la violencia también está naturalizada como si fuera parte de un régimen abstracto de amos y esclavos, dado históricamente”.
¿Ignorancia?
“No. Es mucho más que eso: todo este sistema se viene perpetuando, a través del modelo de construcción social, político y cultural”.
Patético y terrible
¿Qué recursos utilizas en escena?
“Una estructura, el fragmento de una casa del barrio alto, un sillón y una licorera. Al montar ‘El estado natural de las cosas’ me influyó “Demonios”, texto que dirigió Marcos Guzmán: cómo liberar lo patético y lo terrible, como desprenderse de algo que agobia”.
¿Planteas una visión optimista o pesimista?
“Mas bien pesimista. Después de todo el proceso constituyente vino el rechazo, lo que hace pensar si es posible generar cambios en una estructura de desigualdad que está tan naturalizada.
“Nosotros nos hacemos esta pregunta, pero en la obra queda en el aire la respuesta. No sabemos si las relaciones de poder pueden ser modificadas por la lucha de masas”.
¿Por qué piensas que la comedia negra era el formato adecuado para esta obra?
“Creo que los discursos llenos de dolor se vuelven más ridículos a partir del humor, la ironía e, incluso, llegando al absurdo. También opté por esta alternativa porque la ironía permite, además de observar el cuerpo social, mirarnos nosotros mismos de manera más aguda, acuciosa y con perspectiva crítica”.
El Estado Natural de las Cosas
Dramaturgia y dirección: Nicolás Venegas
Elenco: Cia. Teatro Infausto (Macarena Fuentes, Jordán Barra, Natalia Rederssen, Juan Gálvez)
Diseño integral: Manuel Morgado
Diseño sonoro: Gonzalo Hurtado
Gráficas: Cristián Muñoz
Realización vestuario: Althía Cereceda
Asistencia de dirección: Daniela Aguilar
Producción: Almendra Ovalle
Financiamiento: Fondart 2020.
Teatro Mori Recoleta
Bellavista 77.
Viernes y sábado, 20.30; domingo, 19.30 horas.
Entrada paga lo que puedas: $ 3.000, $ 5.000 y $ 8.000.
27-29 enero 2023.