“Tiñes mis días de fatal melancolía / Eres el hacha que astilló toda mi vida, premeditada y divina”.
Estas líneas pertenecen a “Maligno”, de la banda Aterciopelados, que la cía. Teatro La Peste, de Valparaíso, correlaciona con la parte final de “Casa de muñecas” (Henrik Ibsen 1828-1906), cuando Nora lanza un grito de libertad, abandona marido e hijos y –sin saberlo- se convierte en un ícono temprano del feminismo.
La canción acompaña a “Hacha (esto no es teatro)”, trabajo escénico digital en vivo que el director Danilo Llanos define como “una puesta en cuerpo y espacio”.
“Cruel y despiadado, me has humillado, y sin embargo aquí estoy. Aunque me ultrajes, aunque me uses, siempre a tu disposición”, siguen diciendo los cantantes colombianos, apoyando la condición de sometimiento que la protagonista hace estallar con su rebeldía.
La propuesta es parte de Escenas Encerradas, proyecto que el grupo porteño de investigación y experimentación escénica desarrolla, esta vez, desde el living de una casa y exhibe en la plataforma Zoom de videoconferencia.
Correlaciones y contrastes
Así, una obra teatral estrenada en 1879 en Europa y una canción grabada ciento diecinueve años después (1998) apoyan el trabajo de rasgos performativos de la actriz Katty López, cuyo cuerpo concentra energía y voluntad, sin perder sensibilidad de alma ni de mujer.
El estrecho espacio físico donde se instaló la historia muestra una sala de estar cotidiana e incluye elementos típicos de un hogar, convención que se enreda con la columna del público, al costado de la pantalla.
Desde allí, la voz de esta Nora contemporánea, que se creía felizmente casada, se vuelca plena contra su poderoso esposo ausente, cuando ella mira el avión del cuadro que cuelga en la pared, volando a sus anchas con el trasfondo espectacular de la cordillera.
Visiones mutuas
Ante la disyuntiva de definir si “Hacha…” es teatro o un producto audiovisual (video, cine) prevalece la idea de estar viendo una producción híbrida, experimental e inicial.
En este sentido, cobran importancia la eficiencia tecnológica (se advierten problemas de sonido) y el manejo preciso de la cámara, porque transportan una representación escénica con carga performativa, con una mujer que proclama ser libre desde su más profunda intimidad.
La opción de relacionar la letra de una canción de música popular con el fragmento de un texto teatral clásico y universal es lo primero que destaca en esta primera iniciativa con formato híbrido del grupo porteño.
También se advierte una búsqueda en lo audiovisual, cuando la cámara produce primeros planos para subrayar momentos claves en el desafío íntimo de la protagonista o hurga en detalles del espacio físico-escénico para valorar los contrastes en el ambiente general.
Son 25 minutos de un relato en que tanto lo teatral como lo audiovisual mantienen su autonomía al poner sus recursos específicos en función de un nuevo formato.
La propuesta de la cía. Teatro La Peste también permite valorar el intercambio de opiniones post función y, en general, el reencuentro de la creación escénica con el público de una manera distinta, si se considera el contexto de pandemia y confinamiento que vive el país.
Funciones: Viernes y sábado, 18.00 horas.
Entrada $ 1.000 mínimo.
Reserva, forma de pago e información: +56 9 9315 6833 / teatrolapeste@gmail.com