Esta consulta-invitación irónica y provocativa, cuyo sentido estalla con extrema actualidad… corresponde al título de un montaje de 1969.

“¿Se sirve usted un cocktail Molotov?” fue la obra de teatro colectivo del debut de la cia. Teatro Aleph, dirigido por el actor Óscar “Cuervo” Castro, en la sala Lastarria 90.

Cincuenta años después acaba de volver al escenario con el Aleph-Chile, un elenco joven que responde al “concepto artístico aleph”: valorar el trabajo escénico conjunto entre actrices y actores profesionales y no profesionales.

Esta vez, la obra tiene la dirección de Gabriela Olguín, actriz que integró posteriormente esta compañía que tiene sede en Ivry sur Seine (Francia), localidad cercana a París, a donde el fundador llegó luego de ser liberado y partir al exilio durante la dictadura.

Aleph-Chile
Aleph-Chile

La propuesta de teatro responde a esa iniciativa de creación colectiva que emergió como una bomba en la década 60, un período de grandes luchas sociales y enorme libertad artística.

En este sentido, la obra refleja el pensamiento y el accionar de un grupo de jóvenes pero que, al presentarse en 2019, se actualiza con ideas, valores y las luchas sociales de hoy.

Obra que se presenta en una sala de la comuna de La Cisterna y que forma parte de un interesante circuito de teatro barrial en desarrollo en el país, en antiguas casas para uso comunitario y artístico.

Hoy, a 50 años de la fundación del Aleph original y a cuatro de la construcción de su espacio propio, Aleph-Chile, presentó la obra fundadora del grupo original en la Sala Julieta, bautizada en homenaje a la mamá de Óscar Castro, detenida desaparecida.

Conexiones cotidianas

A lo largo de un espectáculo estructurado en escenas con temáticas independientes, la comedia juega con la idea del absurdo de principio a fin.

“La radio”, “Las hormigas”, “Los intelectuales”, “Ud. me cae mal”, “La televisión” o “Mamelucos” son algunos relatos que rompen la linealidad escénica y racional, en coreografías ágiles y sencillas.

Son situaciones que, incluso extrapoladas, no coinciden con la idea de negar el sentido de las cosas, ya que tienen conexión o son asimilables a posibles momentos cotidianos.

Aleph-Chile
Aleph-Chile

Aluden a esos instantes que viven hombres y mujeres en una sociedad que genera soledad e individualismo, confrontados con la defensa de lo gregario y lo solidario.

De este modo, la crítica que se filtra golpea, estalla o pone en evidencia modos de ser personales y sociales, conductas y costumbres cuestionadas.

En esta rotativa de acciones que implican cambios de vestuario y la utilización de unos pocos recursos (mesa, bancas, entre otros), el elenco aporta un gesto corporal sencillo y creíble, a partir de lo que conoce y maneja.

Es el núcleo de una obra que se va adecuando a la realidad chilena de hoy, junto con presionar el ejercicio de la imaginación en el espectador.

Una correa sin fin que adquiere un nuevo sentido en la escena “La manifestación” y en la voz del ex presidente uruguayo José Mujica que proyecta respeto y esperanza.

Sala Julieta, Eulogio Altamirano 7425, La Cisterna. (Línea 2. Estación El Parrón). Próxima actividad: La Chingana. Domingo 24, desde las 13.00 horas: música, teatro, danza. Entrada solidaria $ 2.000.