El pasado 7 de julio se realizaron los funerales de Luisa Toledo, madre de los hermanos Eduardo, Rafael y Pablo Vergara Toledo, asesinados en dictadura. Su lucha por verdad y justicia en los casos de sus hijos la transformó en un símbolo de resistencia y lucha.

Sin embargo, durante de los funerales, asistentes provocaron graves daños en el Casco Antiguo del Cementerio General como en la tumba colectiva a las víctimas del incendio de la Iglesia de la Compañía, en Santiago, ocurrida en 1863.

Tomás Domínguez Balmaceda, arquitecto creador del proyecto La ciudad de los muertos, gran promotor, experto en el Cementerio General y principal promotor para que parte de este fuera protegido por sus valores patrimoniales, denuncia los graves daños ocasionados.

Lamentamos la muerte de la señora Luisa Toledo. Invitamos a conocer su biografía y a conservar su memoria para el futuro, la que ahora forma parte de las páginas de la historia de Chile que se conserva y se narra en el Cementerio General de Santiago”, sostiene Tomás Domínguez. “A los miles de asistentes al funeral de Luisa Toledo, los invitamos a condenar las profanaciones de tumbas ocurridas durante y después de los homenajes. Invitamos a la ciudadanía a hacerse parte en actos de desagravio.”

“El hecho más grave fue el ataque incendiario a la tumba de las víctimas del incendio de la Iglesia de La Compañía ubicado al centro de Plaza La Paz. Bajo el monumento está la tumba colectiva con los cuerpos no identificados de las 1976 víctimas del incendio del año 1863, casi en su totalidad mujeres que murieron en el mismo lugar que actualmente ocupan los jardines del ex Congreso y donde esta semana fue la sesión inaugural de la Convención Constitucional. El monumento evidencia quemaduras en dos áreas. Sobre una de las lápidas, presenta un grafiti de una bomba molotov.”

Tumba victimas incendio de La Compañía, foto de Tomás Domínguez B. (c)

“La tumba de Andrés Bello, sufrió rayados sobre la lápida de su esposa, Isabel Dunn. Invitamos a la Universidad de Chile a manifestar su repudio a esta profanación.”

“Fue rayada la lápida del monumento de José Miguel Infante, jurista que abolió la esclavitud en Chile y que fue Secretario e impulsor de la Primera Junta de Gobierno del 18 de septiembre de 1810.”

Tumba victimas incendio de La Compañía, foto de Tomás Domínguez B. (c)

“También fueron atacadas el 7 de julio, las tumbas y mausoleos de 6 Presidentes de la República; Jorge y Arturo Alessandri, Pedro Montt, Juan Antonio Ríos, Federico Errázuriz E. y Carlos Ibáñez del Campo. Invitamos al actual Presidente en ejercicio a manifestar su rechazo, su aprobación o su indiferencia frente a estos ataques.”

“La tumba de Jaime Guzmán fue completamente rayada, se inició una fogata y fue destruida una loza de piedra que simulaba ser el acceso a la bóveda subterránea. Adicionalmente, una decena de mausoleos de particulares y otros edificios fueron rayados con consignas de odio. Invitamos a la sociedad civil a visitar las tumbas de sus antepasados para confirmar o descartar profanaciones.”

Tumba Andrés Bello – Isabel Dunn, foto de Tomás Domínguez B. (c)

Otros ataques a monumentos del Cementerio General

“Lamentamos también otros ataques de odio político, como los ocurridos en contra de las tumbas de Víctor Jara y Gladys Marín en 2020. O los recientes rayados en el mausoleo del presidente Balmaceda y el manchado con pintura negra en contra del mausoleo del presidente Allende.”

“Varias figuras del Ejército fueron atacadas, como el mausoleo del General Baquedano y el Panteón de los Jefes y Oficiales del Ejército, donde están Barbosa y Alcérreca, los generales de Balmaceda descuartizados en Placilla. Ataques al patrimonio cultural de las Fuerzas Armadas suceden periódicamente después de las marchas del 11 de septiembre y el hecho más grave ocurrió en 2016 contra la tumba del mulato José Romero, héroe de la Independencia. Invitamos al Ejército a interesarse por la conservación de su memoria histórica.”

Tumba de Andrés Bello, foto de Tomás Domínguez B. (c)

“Las tumbas son el lugar donde se guarda físicamente a los muertos. Las piedras y lápidas son imágenes y símbolos de la memoria histórica de esas personas. La violencia en contra de las tumbas es distinta a la violencia contra los monumentos urbanos comunes, porque en su interior tienen restos humanos y por eso se califican como profanación. Los muertos no pueden defenderse y por eso los ataques a las tumbas son actos cobardes y causan honda preocupación en la comunidad”, afirma.

Protecciones y medidas

La Ley Chilena protege la paz de las tumbas según los artículos 321 y 485 (7°) del Código Penal. Además rige desde enero de 2010 la protección de la Ley de Monumentos N°17.288 (artículo 38), dentro del área de 28 hectáreas protegida como Monumento Histórico, decreto 72-1.

“La seguridad al interior del Cementerio General es responsabilidad de la Municipalidad de Recoleta. La ausencia de cámaras de seguridad al interior del Cementerio, dificulta la identificación de los responsables. Desde 2013 la Contraloría General está exigiendo la implementación del sistema de televigilancia, sin resultados positivos.”

“Se desconoce las razones de las fallas del personal de seguridad que posibilitaron las profanaciones y la huida de los atacantes. El Ministerio Público debiera investigar si el Municipio facilitó de alguna manera, la infracción de la Ley de Monumentos de acuerdo al artículo 39° de la Ley de Monumentos, N°17.288.”

Exigimos que la Municipalidad de Recoleta financie la reparación de los daños. Esperamos que el Consejo de Monumentos Nacionales, envíe los antecedentes de los daños a monumentos y profanaciones, al Consejo de Defensa del Estado.”

Tumba Jaime Guzmán, foto de Tomás Domínguez B. (c)
comillas
Ingresa cita aquí
- Ingresa autor aquí