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Linkin Park vuelve a los escenarios presentando a su nueva vocalista, Emily Armstrong, de 38 años, conocida por liderar la banda de rock Dead Sara. Nacida en Los Ángeles, toca la guitarra desde los 11 años y ha sido reconocida por importantes figuras femeninas del rock.

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Este jueves, Linkin Park hizo un regreso triunfal a los escenarios con una nueva vocalista, se trata de Emily Armstrong, de 38 años, que se unió a la banda para relevar al mítico Chester Bennington.

Armstrong es una cantante, compositora y guitarrista, conocida por ser originalmente la vocalista de la banda de rock Dead Sara, donde destaca con un potente registro.

De acuerdo con Altwire, la artista nacida y criada en Los Ángeles (EE.UU.) comenzó a tocar la guitarra a los 11 años y partió en el canto a los 15, familiarizándose con la música a muy temprana edad.

En 2005, co-fundó Dead Sara, que inicialmente se llamaba Epiphany, junto a la guitarrista Siouxsie Medley, que hoy también tiene una carrera como solista.

Su banda y su voz hicieron eco en el país y en el rock emergente por la época, siendo reconocida por artistas como Grace Slick, una de las voces femeninas más reconocidas del rock psicodélico, o Courtney Love, con quien colaboró en 2010.

Asimismo, ha colaborado y se ha presentado en vivo con diferentes artistas, como The Offspring, Beck, Demi Lovato, Awolnation y Robby Krieger, guitarrista de The Doors.

Uno de sus éxitos más conocidos es Weatherman, una canción de hace 12 años que resume la esencia de Dead Sara en poco más de 4 minutos.

Emily Armstrong y Linkin Park

En una reciente entrevista con Billboard, Mike Shinoda, rapero de Linkin Park, contó que la banda conoció a Emily Armstrong en 2019.

Según explicaron, el retorno fue progresivo, Shinoda comenzó a reunirse con sus compañeros de equipo y otros músicos con los que habían trabajado antes. Eventualmente, invitaron a Dead Sara.

“Trajimos a Emily, pero hicimos sesiones con mucha gente diferente, y mientras trabajábamos, las cosas se fueron aclarando, naturalmente. (…) No dijimos: “Oye, ven, estamos haciendo sesiones de Linkin Park”. Simplemente dijimos: “Vamos a escribir canciones”, explicó.

Inicialmente el proyecto con Armstrong no se enfocaba en revivir a Linkin Park, pero terminó siendo eso. “A medida que las canciones se fueron haciendo más claras, el ADN de la banda estaba muy presente en este trabajo. Llamarlo de otra manera sería extraño y engañoso. Enseñamos a nuestros hijos que cuando uno se cae, tiene que levantarse y volver a intentarlo, ¿no?”.

Finalmente, le pidieron a Emily que se uniera oficialmente al equipo. “Esta banda tiene mucho que ofrecer, es una banda muy, muy importante para este mundo“, reflexionó la cantante.

“Y su integridad fue realmente útil para mantenerme con los pies en la tierra. Hubo muchos momentos en los que pensé: “Mierda”, cuando hablas del tamaño de los shows y cosas así. Estoy en el séptimo cielo, pero luego te das cuenta de que hay mucho trabajo por hacer”, agregó.