Un destacado director nacional se suma a la temporada de conciertos del Teatro Municipal de Santiago. Maximiano Valdés volverá a dirigir la Orquesta Filarmónica de Santiago, con un programa que contempla el Concierto para oboe en Re mayor, Tr V292, de Richard Strauss, con Jorge Pinzón -Artista Marigaux 2023- como solista; y la Sinfonía N°7 en Mi mayor, WAB 107, de Anton Bruckner.
Al respecto, Valdés expresó que “la Sinfonía n.° 7 de Anton Bruckner es una experiencia emocional y espiritual, no sólo musical y quienes vengan a este concierto prepárense para eso. No es totalmente música humana, hay partes de esta sinfonía que parecieran de otra parte. Eso es lo que genera esta sensación de misterio que abarca esta pieza”.
El santiaguino, que llegará a los escenarios el viernes 26 y sábado 27 de julio, fue nombrado director artístico del Festival Casals de Puerto Rico en 2010; y desde 2008 es director titular de la Orquesta Sinfónica del mismo país.
Anteriormente había sido director titular de la Orquesta de Euskadi en España, principal director invitado de la Orquesta Nacional de España, director titular de la Orquesta Filarmónica de Buffalo, director principal de la Orquesta Filarmónica de Santiago y director titular de la Orquesta del Principado de Asturias.
“El concierto de Richard Strauss, es un concierto galante que mira hacia el pasado. Está basado en bellas armonías y pensado para el oboe, un instrumento fundamentalmente melódico con un timbre especial y hermoso. El objeto de este concierto es la belleza con un dejo de nostalgia de una belleza que fue mayor en el pasado”, puntualizó.
Cuáles son las historias tras las melodías que interpretará Maximiano Valdés
Estrenado en 1946 en Zúrich, el Concierto para oboe en Re mayor, Tr V292, de R. Strauss es una obra posromántica, que nació del encuentro entre un joven oboísta del ejército estadounidense y un compositor alemán, que huyó a la frontera con Austria para salvarse del régimen nazi, que él mismo había reconocido para seguir trabajando, pero que terminaría devinculándolo al descubrir sus discrepancias.
El músico, John de Lancie, resultó ser solista de la Orquesta Sinfónica de Pittsburgh y había tocado numerosas obras orquestales de Strauss. Este le preguntó al compositor si alguna vez había considerado escribir música para oboe solo y, aunque la respuesta fue negativa, se convirtió en una idea a la que el alemán comenzó a dar vueltas.
Por otra parte, la Sinfonía N°7 en Mi mayor, WAB 107, de A. Bruckner, es una pieza romántica presentada por primera vez en 1884 en Leipzig.
En honor al maestro que le había dado su apoyo público cuando otros lo habían rechazado, el compositor austriaco incorporó tubas wagnerianas, instrumento de bronce específicamente desarrollado para El anillo del nibelungo.
Asimismo, utilizó melodías escritas por R. Wagner y le dio un carácter fúnebre al segundo movimiento para expresar su duelo.
Si bien Bruckner representaba los ideales del gran pasado alemán y su obra fue rechazada por ser asociada con el nacionalsocialismo, esto se revirtió paulatinamente luego del fin de la Segunda Guerra. Hoy, su Séptima es considerada una de las composiciones orquestales más importantes de su cuerpo de trabajo.
Las funciones de Maximiano Valdés serán el viernes 26 de julio y sábado 27 de julio. Para conseguir entradas ingresa aquí.
