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Decenas de seguidores de la cultura surcoreana se congregaron en la Sala Omnium para celebrar a los ganadores del K-Pop World Fest 2024, un evento respaldado por la embajada de Corea del Sur con el objetivo de difundir las artes populares del país asiático. El concurso, dividido en Canto y Baile, atrajo a jóvenes de diversas regiones de Chile, quienes compitieron durante más de seis horas mostrando su talento en coreografías y presentaciones musicales.

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Más de un centenar de seguidores de la cultura surcoreana se reunieron en la Sala Omnium para ungir a los ganadores del K-Pop World Fest 2024, evento impulsado por la embajada de Corea del Sur con el fin de promover las artes populares del país asiático.

Dividido en dos secciones, Canto y Baile, durante más de seis horas el concurso convocó a jóvenes de diversas regiones de Chile en el centro de eventos emplazado en avenida Apoquindo (Las Condes), pero también a la habitual y masiva multitud local y juvenil de cultores del acervo surcureano.

Menores y mayores de edad alineados en grupos de baile (16) y presentaciones musicales (5 solistas y un dúo), celebraron juntos el arraigo del k-pop en Chile, en una competencia que la tarde del sábado recién pasado dejó diversas postales.

Un CORE k-poper, sesiones randon dance, y un embajador k-pop

Al frente, en el rol de jurado, la cantante y fonoaudióloga chilena y estrella viral en Corea del Sur, Christell Rodríguez, presidió la mesa evaluadora, que también incluyó a Sebastián Sepúlveda (bailarín y profesor de danza), Cristián Prinea (Colectividad Helénica de Santiago, Fundación Todo Mejora), y Manuel Lanas, consejero regional por Valparaíso y seguidor y cultor del arte surcoreano.

“La posibilidad de acercar el K-Pop a los jóvenes de Chile es algo impagable. Mira la cantidad de jóvenes hoy día”, cuenta Lanas a BioBioChile.

K-Pop World Fest 2024: Postales, sueños, lágrimas y victorias tardías de la juventud chileno-coreana
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“Faltaba que algún político apañara a estos jóvenes, porque necesitan poder desenvolverse de manera segura. Sufren acoso, sufren violencia de repente, porque ocupan espacios públicos y la gente los ve a veces como bichos raros. Lo que estamos tratando de hacer es darle un espacio seguro para que puedan desenvolverse”, agregó desde su rol como presidente de la Comisión de Cultura de Valparaíso.

Con presencia de la ministra de las Culturas, Carolina Arredondo, y el embajador de Corea del Sur en Chile, Hak-Jae Kim, la jornada también tuvo muestras de taekwondo (arte marcial emblema y fruto de Corea) y adrenalínicos momentos de randon dance, que congregaron a la mayoría de la explanada a masivas coreografías al azar y en modo ruleta musical (y coreana).

“El k-pop es amor y amistad”, dijo al público el embajador Hak-Jae Kim en un discurso que mantuvo atenta a la audiencia adolescente, en especial cuando vinculó el hit k-poper “Naughty”, de Red Velvet, con el momento en que conoció a su esposa.

Amistades, sueños y victorias tardías

Con apoyo del Korean Broadcasting System (KBS), la empresa de radiodifusión pública de Corea del Sur, el premio del concurso consistía en la posibilidad de optar a la Final Internacional del K-Pop World Fest.

Si bien los primeros lugares no garantizan un paso a la instancia decisiva, que se desarrollará este año en la ciudad de Changwon, capital de la provincia de Gyeongsang del Sur, la incertidumbre no desmotivó a los convocados.

“Lloro porque estoy muy ansiosa del resultado y la competencia”, contó a BioBioChile una de las bailarinas adolescentes que ya no podía contener la expectación en los brazos de su madre.

Christell Rodríguez, estrella viral en Asia y Estados Unidos con “Dubidubidu”, describe el panorama actual: “Hay muchos grupos buenos que se juntan a bailar, y también hay muchos solistas”.

“(En el baile) me impresiona porque se ha llegado ya a un nivel muy grande, no solamente como dance cover (réplica de una coreografía de baile), sino como una crew de baile en general… Para los cantantes, tampoco es fácil. Hay una forma específica de cómo cantar (las canciones coreanas) para que suenen bien y de alguna forma no cambie la esencia de la canción. Hay un excelente nivel”.

La fonoaudióloga, con estudios de vocal coach, sigue la cultura asiática desde los 12 años; sin embargo, reconoce que recién ahora puede exteriorizar esta faceta que, por largos periodos, redujo a la intimidad de su casa.

“Acá son todos muy amables. Es en estos eventos donde puedo compartir con gente que le gusta lo mismo que yo, porque en mi círculo no suelo tener gente que le guste lo mismo”, plantea Christell.

“(Esta) es una comunidad, finalmente. Una comunidad que comparte un gusto en conjunto, en este caso es la cultura coreana, ya sea la música, la gastronomía, las series, etc. Entonces, finalmente, es un espacio seguro para ellos, donde no se sienten juzgados por lo que les gusta. Porque por mucho tiempo igual fue tabú que te gustará este tipo de cosas. Yo creo que es súper especial”, dice.

“A mí me pasa que hoy en día recién me estoy haciendo parte de esto, porque antes era algo que me había guardado para mí, que lo hacía en mi casa y me gustaba caleta, pero ahora tengo la opción de compartirlo con otras personas”.

El K-Pop World Fest 2024 premió con el primer lugar en la categoría Canto al joven Jeymo, quien presentó “Sudden Shower” de la boyband Eclipse, mientras que en la sección Baile triunfó el colectivo Dimenxion, con un dance cover de “Crazy Form” de la boyband ATEEZ.

Jaymo, el único varón en su categoría, celebró iracundo y feliz. Dimenxion, en cambio, estalló en llantos, gritos y júbilo. Todos recibieron sus respectivos cheques gigantografiados y posteriores abrazos enormes y seguramente inolvidables. Por un momento, la premisa inicial se cumplió: “El k-pop es amor y amistad”.