La segunda jornada de Lollapalooza 2024 tuvo desequilibrantes invitados sorpresa y un marcado tono punk-rock con la presentación de Blink 182, que se postergó en 2023.
Poco le importó al público de Blink 182 el cambio de última hora que afectó al segundo día de Lollapalooza 2024. El show de Chencho Corleone, el urbano encargado de cerrar la jornada, fue reprogramado “por causas ajenas al artista y la producción” al domingo 17 a las 23:00 horas, alterando casi por completo los horarios de uno de los escenarios.
La solución, fue mover a Diplo al segmento de Corleone, y el debut de Kidd Voodoo de las 16:00 a las 21:45 horas, ahora como número estelar del Perry Stage con 15 minutos extra. A los fans que se instalaron desde el mediodía en las primeras filas del escenario donde luego arribarían Tom DeLonge, Mark Hoppus y Travis Barker, y a los miles que llegaron a lo largo de la calurosa tarde a repletar el Parque Cerrillos, el ajuste fue un detalle.
Así sonó I Miss You en Chile… Blink-182 con toda por Latam, ya casi nos toca… pic.twitter.com/ObBoQJU0Fn
— Juanjo Guerrero (@Juanjo_guerrero) March 17, 2024
Su postergado debut en el festival capitalino (cancelaron su presentación en 2023 por una lesión de Baker, su baterista) sació las deudas de la fanaticada de Blink 182. Con un repertorio de hits y una breve interrupción para generar espacio en las filas de choque, los californianos cumplieron con el rótulo del headliner principal de este año. Y para aminorar la espera, por mientras, sus fans tuvieron números de sobra.
Antes, en la misma explanada, The Offspring ofreció una fiesta-punk-playera que más bien se percibió como un teloneo de alta gama. Y en el pequeño Lotus Stage, casi al frente, Los Miserables saturaron las pequeñas colinas de pasto y tierra con poleras negras y moshs que levantaron polvaredas cuando se proyectó una imagen de Cathy Barriga y el detalle de su causa judicial. José Madero, el vocalista de Panda, quien trajo al país su propuesta solista, también iba incluido en el “Menú-Blink”.
Lollapalooza Día 2: Sorpresas desequilibrantes
El primer invitado sorpresa del día, y de peso, fue Portavoz, quien en el segmento de DJ Tee irrumpió para ofrecer una aplaudida versión en vivo de “El otro Chile”.
Todo esto en el Perry Stage, donde Kidd Voodoo cerró la noche con una lista de comensales que incluyó a Young Cister, DrefQuila y Easykid. Para la anécdota, el cantante, que este año debutó en el Festival de Viña del Mar como invitado de Los Bunkers y de una de las oberturas del evento, reversionó a otra banda motor del cancionero chileno: Los Tres, con “Amor Violento”.
Kidd Voodoo cantando "un amor violento" de Los Tres #LollaCL pic.twitter.com/SKJRFc40CN
— NEEDLE (@vicetias) March 17, 2024
En Monsieur Periné, la carta bajo la manga también asombró: Claudio Narea se subió con guitarra en mano para “El baile de los que sobran”, que convirtió en coro la explanada principal.
El viernes, en el show de Arcade Fire en Argentina, la sorpresa que nadie vio venir fue la aparición de la chilena Javiera Parra, quien subió casi al final para una reversión en vivo de “Gracias a la Vida” al auténtico estilo de los de Montreal. En Chile, la banda liderada por Win Butler y Régine Chassagne repitió el homenaje a Violeta Parra.
Uno de los momentos más épicos de la historia de Lollapalooza Chile, Arcade Fire homenajeando a Violeta Parra cantando GRACIAS A LA VIDA, en compañía de Javiera Parra, hermoso y emocionante.#LollapaloozaCL #LollaxCHV #LollaCL pic.twitter.com/R6a49OoWD8
— ElHarrygada (@Divididos_Sumo) March 17, 2024
En su show más singular en Chile hasta la fecha, los canadienses bajaron varios escalones de teatralidad para mostrar uno de los espectáculos más pulcros del festival 2024. Y no sólo por el cierre de alto impacto (“Everything Now”, “Gracias a la vida” y una versión de “Wake Up” en español), sino por una hora y media de espíritu de fiesta que congenió con el ánimo general de la tarde noche.
“Gracias Javiera y gracias Violeta”, dijo Buttler, quien en un pasaje del recital bajó para pasearse entre el público mientras recibía saludos y uno que otro empujón. Temerario pero tranquilo. Luego, como en una parranda, la acción la repitió Régine, con quien se despidió tocando guitarra hasta desaparecer en la cortina.