El dúo británico Pet Shop Boys se presentó ante más de 12 mil personas en su regreso a Chile tras siete años.

Con una cancha repleta como pocas veces ocurre, Pet Shop Boys cumplió su promesa y regresó a Chile no en el marco de Primavera Sound, como ocurrió en Argentina, sino como número principal de un show en Movistar Arena que reunió a varias generaciones de fans.

Un muro móvil de pantallas de alta definición y tres músicos en escena fueron la única compañía de Neil Tennant y Chris Lowe en “Dreamworld”, una gira de grandes éxitos donde repasan las canciones más populares de su catálogo y en la que irrumpen, en un inicio, enmascarados y con trajes entre futuristas y kitsch.

Pet Shop Boys recreó una discoteca con más de 12 mil personas en su regreso a Chile
María Loreto Plaza

“Suburbia”, “Can You Forgive Her?” y “Opportunities (Let’s Make Lots of Money)” marcaron el inicio de una maratón musical que, tal como ocurre en las discotecas, no dio espacio para el silencio entre canción y canción.

Con Neil y Chris proyectados en su propia pantalla gigante y apoyados en un set visual y estético basado en su imaginario (videoclips, vestimentas, sombreros, paisajes), el quiebre vino con “Left to My Own Devices”, una de las más aplaudidas por los más de 12 mil espectadores que llegaron al Arena.

Con un par de cambios de vestuario incluidos, se sucedieron hits como “Se a vida é”, “Domino Dancing” y la noventera “New York City Boy”, cada una con su respectivo guiño al pasado. Antes, también se escuchó la reversión del clásico de U2, “Where the Streets Have No Name”, “Rent”, “I don’t know what you want but I can’t give it any more” y “So Hard”.

Sin grandes interacciones con el público, el único momento de “paz” vino con la acústica “You only tell me you love me when you’re drunk”, pero esto duró poco. El dúo de la eterna juventud comenzó a cerrar su presentación con la inmortal “You were always on my mind”, “Dreamland”, “Heart”, “What have I done to deserve this?”, “It’s Alright”, “Vocal”, “Go West” e “It’s a Sin”.

El bis quedó reservado para el recuerdo de “West End Girls” y su videoclip, mientras que el final definitivo vino con “Being Boring”. Sólo una última ovación visceral logró robarle una sonrisa al siempre circunspecto Chris Lowe, de rostro inmutable de principio a fin, quien junto a Neil Tennant abandonó el Arena entre loas.

Pet Shop Boys recreó una discoteca con más de 12 mil personas en su regreso a Chile
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