El artista irlandés Shane MacGowan, líder de la banda de punk-folk The Pogues, falleció a los 65 años de edad en Dublín. La información fue ratificada este jueves por su esposa, Victoria Mary Clarke, a través de un mensaje en Instagram.
“Vivirás en mi corazón para siempre. Ruge en el jardín mojado por la lluvia que tanto amabas. Significaste todo para mí”, escribió Clarke en el comunicado, pocos días después de que McGowan recibiera el alta hospitalaria tras permanecer durante varios meses ingresado en un hospital de Dublín.
“No hay manera de describir la pérdida que siento y el anhelo de una sola de sus sonrisas que iluminaron mi mundo. Gracias, gracias, gracias, gracias por tu presencia en este mundo que hiciste más brillante”, expresó su esposa, con quien residía en Dublín.
McGowan saltó a la fama como líder de The Pogues, con los que disfrutó tanto de éxitos musicales como de los excesos del alcohol y las drogas, en giras interminables que acabaron por pasarle factura, hasta abandonar la banda en 2001.
Ahí comenzó una carrera en solitario que le llevó a colaborar con otros artistas irlandeses e internacionales, así como a formar el nuevo grupo The Popes, si bien regresó a sus queridos Pogues en 2001.
Su salud, no obstante, comenzó a deteriorarse seriamente hacia 2010 y a partir de entonces se vio obligado a abandonar los escenarios, hasta quedar confinado en los últimos años a una silla de ruedas.
En 2018, Irlanda le rindió un merecido homenaje al cumplir 60 años, con un legendario concierto en el National Concert Hall de Dublín en el que participaron, entre otros, Bono (U2), Sinéad O’Connor, Nick Cave o Glen Hansard.
En ese acto, el presidente irlandés, Michael D. Higgins, le condecoró con un premio por su trayectoria profesional, en la que destacó no solo como cantante, sino también como músico, compositor y poeta.
Shane MacGowan hubiese cumplido 66 años el próximo día de Navidad, en un periodo festivo en el que volverá a sonar este año con más significado su legendario tema “Fairy Tale of New York”.
Atrás deja otro puñado de canciones míticas, como “Fiesta”, “Streams of Whiskey” o “Rainy Night in Soho”, así como versiones del folk tradicional irlandés interpretadas con su característica actitud punk.
“Shane, quien siempre será la luz que tengo ante mí y la medida de mis sueños y el amor de mi vida y el alma más hermosa y el ángel más bello y el sol y la luna y el comienzo y el final de todo lo que aprecio, se ha ido para estar con Jesús y María y su hermosa madre Teresa”, escribió Clarke.