El músico y cineasta chileno Álex Anwandter regresó al país, momentáneamente, para dar inicio a la gira internacional de "El diablo en el cuerpo", su nuevo álbum.
Álex Anwandter, el prolífico músico, productor y cineasta, iniciará este viernes en Chile su nueva gira internacional en el marco de la promoción de su último álbum de estudio: “El diablo en el cuerpo” (2023), un bailable y reflexivo mix de 16 canciones que marca su regreso a la industria a 5 años de su anterior álbum, “Latinoamericana”.
El reencuentro quedó pactado para este 1 y 2 de septiembre en el Teatro Caupolicán, uno de los escenarios predilectos del artista. “Es una de las casas que tengo en Santiago”, resume en diálogo con BioBioChile. “Probablemente, el Caupolicán y la Blondie son los lugares donde me siento más cómodo. El Caupolicán, pese a que cabe un montón de gente, es muy íntimo, y eso es muy especial”, explica.
“Lo que más me emociona de tocar ahí es algo que sólo yo veo: que es cómo se ve desde el escenario la gente cantando. Es muy raro pasar de escribir algo en mi pieza, en mi casa, a eso. Es una experiencia fuerte”, relata sobre el inicio del tour, que en 15 fechas lo llevará por ciudades de México, Argentina y Chile (en el país, se presentará por primera vez en Punta Arenas el próximo 22 de septiembre).
Para esta ocasión, el director de “Nunca vas a estar solo” presentará un show en formato continuo, sin pausas. “Es una banda un poco más grande que la del show en Lollapalooza, pero está pensado casi como una noche de loop: no hay pausa entre las canciones, cosa que no he hecho nunca, pero que me hacía mucho sentido para no detener esa energía que tiene el disco. Y no es sólo el disco nuevo, son las canciones antiguas también. Vamos a ver qué tanto nos cansamos”, bromea.
De “El diablo en el cuerpo”, ya circulan a modo de sencillos “Uno de nosotros” con Javiera Mena), “Mi vida en llamas” (con Buscabulla), “Precipicio”, “Qué piensas hacer sin mi amor?” y “Maricoteca”. La gira, a su vez, marcará el debut en vivo del grueso de las canciones del álbum.
“Estoy re contento. En general a la gente le cuesta y se afiata más a los discos anteriores, y este siento que lo abrazaron muy rápido. ‘Este es quizás el mejor disco que has hecho’, me han dicho, así que estoy muy contento”, resume.
(P): ¿Cuánto dificulta la distancia física entre Chile y Estados Unidos al momento de promocionar un disco como este?
(P): Es algo que es no más. A mí se me hace muy importante, como artista, sentirme cómodo con el público que tengo, y no transmitir el mensaje que son, de alguna manera, insuficientes. A mí me gusta mucho mi público, porque es un público que llega por su propia cuenta y no porque yo ande vendiendo una pomada; eso hace que tengamos una relación muy genuina. Quien venga al show está bienvenido, lo vamos a pasar bien.
(P): ¿Sientes “El diablo en el cuerpo” como tu “regreso a la música”? ¿Te has sentido alejado de la actividad al privilegiar otros proyectos como la producción?
(R): Es difícil responder esa pregunta… El 2019 estuve tocando; después de la pandemia saqué singles; y estuve produciendo discos para otros artistas también. Me siento re cómodo con el ritmo de trabajo que tengo. Y encuentro que lo más importante, al menos para mí, es publicar un disco cuando tenga algo que decir, más que sacar discos por sacar discos.
(P): ¿Qué sentimientos te genera reencontrarte con el público local en este contexto político, con el segundo proyecto de nueva Constitución en marcha?
(R): Mi opinión sobre eso la he dado demasiado como para repetirla, pero independiente del contexto, reencontrarme con el público, para mí, es algo muy especial, así como presentar primero en Chile lo que hago, porque siempre me ha resultado importante que los artistas del país hagan su trabajo dirigido a su propio país.
(P): Meses atrás, y raíz de tu elogiado debut cinematográfico con “Nunca vas a estar solo” (ganador del Teddy Award en el Festival de Cine de Berlín 2016), dijiste que te habías aburrido de buscar financiamiento para el segundo filme, y de lidiar con la falta de apoyo para la realización audiovisual. ¿Sigues pensando lo mismo? Llama la atención la mirada pesimista pese a los reconocimientos y premios que cosechó la película.
(R): No es un reclamo personal, es una apreciación objetiva del momento que vive la industria audiovisual en Chile. Está muy mal. Por ahí no está peor que con Piñera, pero siguen siendo concursos anuales con bajísimos premios, entre muchos artistas, donde se premian pocos proyectos. No hay instituciones de apoyo al cine, como el Incaa en Argentina.
“Los colonos”, de Felipe Gálvez (película que representará a Chile en los Óscar), que le fue súper bien en Cannes, se demoró 8 años en hacerla, y eso es un ambiente de trabajo que no permite a los artistas desarrollarse, porque no puedes estar haciendo una película cada 8 años: no estás 8 años haciendo la película, estás 7 años intentando conseguir la plata y ese tiempo de espera es tiempo desperdiciado, muy valioso para los artistas de Chile. Estamos perdiendo películas y artistas y proyectos de todo tipo por no tener ese apoyo, entonces no lo encuentro pesimista ni un reclamo, es algo muy triste. Y yo mismo, que me fue relativamente bien con mi película, que ganó hartos premios, es lo mismo.