Las denuncias contra el vocalista de Rammstein, Till Lindemann, y el director de su última gira, fueron desestimadas por falta de prubeas.
La Fiscalía de Berlín confirmó que no seguirá adelante con las investigaciones contra el cantante y líder de la banda alemana Rammstein, Till Lindemann, acusado de abuso sexual y violaciones a la ley de estupefacientes.
Los abogados del músico, de acuerdo a un reporte de la agencia Deutsche Welle, destacaron que, si bien se divulgaron denuncias, ninguna denunciante presentó de manera formal una acusación que se pudiera acreditar ante las autoridades competentes.
La Fiscalía, a su vez, sostuvo que no existía evidencia de que Lindemann haya cometido abusos sexuales. Tampoco hay pruebas que respalden la acusación de que drogaba a mujeres para suprimirles la voluntad y abusar de ellas, o de que explotara un desequilibrio de poder en relación con parejas menores de edad.
Las investigaciones se iniciaron en junio tras la aparición de numerosos reportes de prensa. La primera en entregar su testimonio fue Shelby Lynn, de Irlanda del Norte, quien acusó públicamente al cantante de haberla drogado y agredido sexualmente después de un concierto en Vilna, capital de Lituania, en mayo pasado.
Otras mujeres jóvenes también testificaron contando hechos similares ante los periodistas, pero no ante los fiscales. Según estas versiones, las seguidoras de las primeras filas de los conciertos eran filmadas o fotografiadas para que Lindemann pudiera “elegirlas”. Luego, las invitaban a fiestas.
La presión contra la banda creció, y Lindemann y sus compañeros se defendieron con abogados.
Rammstein en tribunales
La Fiscalía actuó de oficio. Es decir, inició una investigación ante la sospecha de que se cometió un delito, sin que para ello sea necesaria una denuncia de alguna víctima.
Lindemann siempre defendió su inocencia y sus abogados declararon en más de una ocasión que las denuncias eran todas falsas. Anteriormente, las autoridades lituanas se habían negado a abrir una investigación sobre las acusaciones realizadas sobre el concierto en Vilna, también por falta de pruebas.
La fiscalía de Berlín evaluó esos mismos antecedentes, sin hallar rastros de delitos sexuales. Otra denuncia de presunto abuso contra un joven de 15 años, no pudo demostrarse porque el testigo no se presentó a declarar.
La investigación contra el director de la gira también fue suspendida por falta de evidencias. Contra él pesaba la acusación de llevar a mujeres jóvenes tras bastidores en los conciertos.
“La rápida conclusión de la investigación por parte de la fiscalía de Berlín demuestra que no hay pruebas suficientes de que nuestro cliente haya presuntamente cometido delitos sexuales”, afirmó este martes el bufete de abogados Schertz Bergmann, que representa a Lindemann.
Los representantes del músico seguirán interponiendo acciones civiles contra quienes realizaron “declaraciones inadmisibles” en contra de su defendido.