Sam Asghari, esposo de Britney Spears, negó que la cantante estadounidense haya sufrido un “brote psicótico” en un restaurante el pasado fin de semana, todo esto luego que se viralizaran imágenes registradas por un grupo de fans.
El hecho ocurrió la noche del viernes en Woodland Hills, local donde Spears fue captada hablando incoherencias mientras se tapaba la cara e intentaba esquivar las cámaras.
De acuerdo a fuentes del portal TMZ, la pareja se comportaba de forma errática, e incluso habría discutido durante la velada. Asghari, de hecho, fue acusado por testigos de haberla dejado sola en el restaurante.
En diálogo con la misma publicación, sin embargo, el preparador físico desmintió los rumores al respecto. “Quería ir por el auto y sacarla de ahí, pero la gente pensó que me fui, lo que no fue así”, señaló sobre su sorpresiva desaparición.
Sobre el errático comportamiento de Britney, Asghari explicó que fue el mismo contexto de la situación lo que descontroló a la artista.
“Estaba frustrada, porque donde sea que ella vaya, alguien tiene una cámara y es irrespetuoso. Entonces, cuando te sientas a comer, la gente saca cámaras y empieza a grabar todo. Te están faltando el respeto. Pero ya sabes, esto viene con la fama”, añadió.
El sábado pasado, luego que se viralizaran las imágenes en cuestión, la “Princesa del Pop” reapareció en Instagram desmintiendo las versiones de un altercado. “Hay noticias muy publicitadas sobre que estaba un poco borracha en un restaurante… ¡Es como si observaran todos mis movimientos!”, lamentó.