Con un extenso post en su blog When You Are The Quarry, Morrissey negó que Miley Cyrus haya pedido quitar su colaboración dél próximo disco del británico por sus ideas políticas, y acusó a los “buitres de cancelación” por haber deslizado esta teoría.
La estadounidense iba a participar de “I Am Veronica”, una de las canciones de “Bonfire Of Teenagers”, el nuevo álbum del ex The Smiths. La colaboración, finalmente, no será publicada, por una petición expresa de Cyrus.
Según Morrissey, Miley se retiró “voluntariamente de cualquier asociación con Capitol Records”, selló a cargo del disco.
“Miley sabía todo sobre mí cuando llegó a cantar ‘I Am Veronica’ hace casi dos años; ella entró al estudio ya cantando la canción. Se ofreció como voluntaria. No le pedí que se involucrara. Su profesionalismo fue asombroso, su voz fue un placer”, escribió el artista.
“Cada minuto que pasé con Miley fue cariñoso y divertido. Ella preguntó si podría estar en el video de ‘Veronica’. Me sentí muy honrado. Me dijo que las canciones de Morrissey suenan las 24 horas en su casa y que con frecuencia la habían fotografiado con camisetas. Miley entró en mi mundo; yo no me aventuré hacia el suyo. Estuve eternamente agradecido, e incluso ahora, lo sigo estando”, aclaró.
De acuerdo a su versión, la decisión de la cantante se explica en “razones que no están relacionadas conmigo, ya que tuvo un gran enfrentamiento con una figura clave en ‘el círculo’. No puedo dar detalles sobre la pelea privada porque es privada, después de todo”, escribió.
Tras esto, se refirió a la “cancelación” de la que dice ser víctima. “Mis amigos son plenamente conscientes de que quieren ponerme fuera de circulación, algo que inexplicablemente se ha vuelto implacable, a pesar que el objetivo de la cultura de la cancelación es nunca más reconocer a quien haya sido cancelado”, dijo.
“No puedes vomitar constantemente el mismo canto fúnebre de ‘no debería ser escuchado’ año tras año, porque estás demostrando una obsesión que instas a otros a evitar. Tenía la secreta esperanza que el glorioso beneficio de ser cancelado sería que nunca más podría recibir una mala crítica, porque incluso darme otra mala crítica tan predecible confirma que, después de todo, no estoy cancelado”, explicó Morrissey.
A su vez, aseguró que los “buitres de cancelación” no responden preguntas y que estos están “celosos” de él. Al mismo tiempo, descartó tener ideas de extrema derecha, y se definió como “apolítico”.
“Aunque la izquierda me cambió y me abandonó hace muchos años, ciertamente no soy de extrema derecha, y nunca he conocido a nadie que diga ser de extrema derecha. Mi política es sencilla: reconozco realidades”, dijo.
“Algunas realidades me horrorizan y otras no, pero acepto que no fui creado para que los demás me gratifiquen y me deleiten con todo lo que piensan y hacen, qué vida tan ampulosa sería esa”, añadió.
“He sido ofendido toda mi vida, y me ha fortalecido, y me alegro de eso. No habría sido de otra manera. Solo al escuchar las opiniones de los demás podemos formarnos puntos de vista verdaderamente racionales y, por lo tanto, nunca debemos aceptar una sociedad colmena que se niega a reflejar una variedad de puntos de vista… Por lo tanto, lamento informarles a algunos de ustedes que no soy absolutamente de extrema derecha”, dijo.