(P): Priscilla, ¿cómo definirías tu rol en la película biográfica de Elvis Presley, “Elvis”, que debutó este año en cartelera?
(R): Yo creo que es excelente, es una película excelente. 95% de todo era verdad. Yo creo que Austin Butler estuvo increíble, él le dio en el clavo a Elvis. Estudió a Elvis durante 2 años, su música, su canto, sus gestos, la forma en que caminaba, la forma en que hablaba. Fue muy bello, muy emotivo.
Estaba nerviosa, por eso fui a una función privada de la película con Jerry Schilling, quien era de la Memphis Mafia, y trabajó para Elvis durante muchos años y es mi mejor amigo. Estábamos sentados en un gran cine. Baz nos llevó a Warner Studios, y nadie dijo ni una palabra, nada durante la película. Y hacia ¾ le dije a Jerry: ‘Creo que vamos a ir al festival de Cannes’, porque eso era lo que Baz quería. Pero no habíamos visto la película. Y hasta que vimos la película dijimos, ok vamos a ir a Cannes (risas). Está bellamente hecha.
(P): El espectáculo que trajo a Chile, Elvis Sinfónico, es de alguna forma transgresor. Allí Elvis es acompañado por una sinfónica en vivo mientras es proyectado en pantallas. ¿Cuál fue el costo, el trabajo y la sensación que le dejó esta forma de disfrutar un espectáculo?
(R): Primero que nada, creo que esta película que hizo Baz, el timing, estuvo perfecto. Las generaciones anteriores conocían a Elvis a través de sus padres, pero con la película llegaron a experimentar quién era Elvis. Lo lograron ver como una persona, no como un artista. Y sí, la generación de ahora ha podido conocerlo como lo conocemos nosotros, y ha sido un bello acto ver cómo se han reencontrado y comprado sus álbumes. Ellos realmente quieren saber quién era, y es absolutamente un regalo para esta generación y para la generación antigua, porque no vamos a estar acá mucho más y las nuevas generaciones pueden seguir con su legado.
(P): ¿Cómo se siente haciendo este tipo de shows y giras por el mundo?
(R): Bueno, Elvis siempre quiso venir a diferentes países, Sudamérica era uno de los lugares que quería visitar. Todos sabemos que nunca salió de los Estados Unidos excepto a Canadá, y estoy intentando cumplir sus sueños y traer a Elvis acá, que las generaciones más jóvenes lo conozcan más allá de la película. Sabiendo quién era él en el escenario, la gente realmente sabrá cómo era y por qué fue tan importante durante generaciones.
(P) ¿Quedó conforme con la participación de Olivia DeJonge en su rol de Priscilla Presley en “Elvis”?
(R): Estuve emocionada por Oliva, creo que hizo un trabajo muy bueno actuando en mi rol, creo que fue sensible, ella lo amó, lo trató de apoyar de todas formas. Era todo lo que yo estaba haciendo en la vida real con él, así que creo que ella hizo un muy buen trabajo, especialmente en su compasión.
(P): Una de las polémicas que causó la película, tuvo que ver con el hecho de que se muestra a Elvis como uno de los precursores de los derechos civiles de la comunidad afroamericana en Estados Unidos, al reversionar canciones del blues de los años 40 y de los 50. ¿Cree que Elvis Presley fue realmente un precursor de los derechos civiles para la comunidad afroamericana en Estados Unidos?
(R): Estoy muy feliz de que Baz haya puesto en esta película el amor de Elvis por la música y su amor por la música de todas las razas. Es decir, habiendo empezado en Memphis, por supuesto que mucha gente ha dicho que Elvis era racista. Él no era racista, en ningún sentido, de dónde ha venido eso, no tengo idea. Él creció con gente de color en Memphis, y cuando estaba grabando fue muy buen amigo con BB King y esta película muestra eso. Muchos estábamos felices de que se mostrara su amor por la música y por todos, gente de color incluida. Sus (músicos) favoritos eran Sammy Davis Jr y muchos otros. Él estuvo en el backstage con él antes de tocar, era amigo de mucha gente en Memphis. Así que estuve encantada de que Baz incluyera eso en esta película.
(P) ¿Cómo se sintió al revivir su vida con Elvis en una biopic?
(R): La película fue muy emotiva, de eso no hay duda. Me puso de vuelta en el trayecto de nuestra vida, de una forma muy sensible. Estoy muy emocionada de que le haya ido tan bien, lleva unos 300 millones de espectadores. Nada negativo, a la gente le encanta y estoy muy feliz por él, por Elvis, porque él estaría orgulloso.
(P): Por estos días la directora Sofia Coppola prepara una película biográfica sobre su vida. ¿Cómo será este filme? ¿Qué tan avanzado está?
(R): Sí, ella me llamó y me preguntó si podíamos hacer una película sobre mi vida y Elvis. Estoy trabajando con ella ahora y es encantadora. Está basado en mi libro.
(P): En esta nueva película será la actriz Cailee Spaeny quien la interprete…
(R): He conocido a Cailee, ella es encantadora, y está muy nerviosa (risas), muy muy nerviosa. Pero le dije que estoy acá para ella, que la ayudaré en lo que necesite respecto a su papel. Y ella estaba muy feliz… Quiero estar ahí para ella. Porque no me imagino estar en esa situación, ella es una chica muy dulce, como yo (risas). No, no, estoy bromeando. Ella es muy dulce y muy simpática, y creo que hará un muy buen trabajo.
(P): En la cultura popular decimos que Elvis nunca muere. Con estas películas, ¿cree que vivimos un “revival” de Elvis?
(Priscilla Presley): Absolutamente, absolutamente. Me hace sentir muy sensible, porque él nunca pudo salir de Estados Unidos como dije. Pero la película, la música, él sobre el escenario, era su sueño. Así que venir acá y a otros países, y hacer que conozcan al hombre, que conozcan su corazón y su música, su sentido del humor, eso me hace muy feliz, de que aún sea tan popular.
(P): La película de Baz Luhrmann presenta a Elvis como ícono, como rebelde, más que en su rol en Las Vegas. ¿Qué le parece que se le muestre como un joven que defendía derechos y que se puso contra el ejército cuando nadie lo hacía?
(R): Estoy feliz de que la gente viera a Elvis en el ejército y cómo se sintió él con eso. Era verdad que no quería ser tratado de forma especial, quería ser tratado como el resto de los hombres que estaban con él, que dormían y vivían con él. No quería trato especial, quería ser tratado como ellos. Eso era él como persona, y estoy feliz porque poca gente lo sabía (…). Él sólo quería ser un soldado, servir a su país y trabajar, si es que tenía trabajo. Porque él estaba muy preocupado de que cuando volviera a Estados Unidos, quienes eran jóvenes cuando lo escuchaban, ya no estuvieran ahí.