El sábado se realizó en el estadio de Wembley (Londres, Inglaterra) la primera fecha del Taylor Hawkins Tribute Concert, evento musical dedicado a la memoria del fallecido baterista de Foo Fighters.
La catártica maratón, que se extendió por más de seis horas y fue transmitida por las señales de Paramount+ y MTV, reunió a legendarias figuras del rock y el pop de décadas actuales y pasadas, todas unidas a la historia del músico de alguna u otra forma.
Dirigido por Joel Gallen y bajo la producción de Emer Patten, el festival contó con Liam Gallagher, Geddy Lee y Alex Lifeson (Rush), Roger Taylor y Brian May (Queen), Stewart Copeland (The Police), Chris Chaney (Jane’s Addiction), Joshua Homme (Queens of the Stone Age), Chrissie Hynde (The Pretenders) y Alain Johannes, entre otros.
En la cita, un emocionado Dave Grohl dio la bienvenida a la jornada. “Esta noche estamos aquí para celebrar la vida, la música y el amor de nuestro amigo y hermano Taylor Hawkins”, dijo.
Luego, al inicio del set de Foo Fighters, el guitarrista no pudo contener las lágrimas al interpretar la primera canción de la lista: “Times Like These”. El conmovedor momento se hizo viral en redes sociales:
La emoción, sin embargo, no se remitió a “Times Like These” y cruzó gran parte del festival, que contó entre sus sorpresas la presencia de Paul McCartney y la primera reunión en 12 años del súper grupo Them Crooked Vultures.
Otro momento icónico ocurrió casi al final de la noche, cuando Foo Fighters invitó al hijo de Taylor Hawkins, Shane Hawkins, a tocar en vivo “My Hero”, una de las canciones con que los fans de la banda recuerdan al baterista.
Para muchos, fue imposible no invocar a Hawkins tras constatar en vivo los movimientos y el ímpetu de Shane, quien conserva el característico estilo de su padre al momento de golpear los tambores. Los rasgos faciales y su cabellera, a su vez, hicieron aún más palpable el parecido entre ambos.