Hoy debutó en plataformas de streaming “Todas Seremos Reinas”, el nuevo disco de Denise Rosenthal que recoge algunos de sus sencillos más populares desde 2019 a la fecha; todo esto de cara a la internacionalización definitiva de una carrera musical que ya cruza los 14 años. Un álbum con piezas inéditas y lógica de recopilatorio que puede escucharse como el resumen de una artista que cumplió una etapa, pero que también se proyecta desde ahí hacia el futuro y el mundo.
“Para mí era súper importante dejar tácitamente establecido que el disco es como una pieza, compacta, con todas sus puertas y entreveres y propios submundos. Me encanta la idea de conceptualizar un proceso, o una etapa de tu vida en una narración, en una unión de temas o de procesos que finalmente expresan lo que uno ha ido viviendo”, cuenta a BioBioChile.
Se trata de 15 canciones que la cantautora ha venido trabajando en los últimos tres años, y cuyo proceso comenzó con el lanzamiento de “Agua Segura” en 2019 en compañía de la española Mala Rodríguez.
“(Agua Segura) es muy distinto a lo que seguramente haría hoy, pero no deja ser parte de lo que yo soy”, confiesa la cantante.
“La columna vertebral (del disco) se basa en el quehacer social y artístico de la mujer dentro de la sociedad. Era como expresar lo que para mí ha significado hacerme cargo de algunos aspectos, que me han motivado a expresarme. Las voces representan de forma súper fundamental y trascendental esa búsqueda; las armonías y arreglos vocales para mí representan todo lo que yo soy y lo que en unidad, en colaboración, lo intuitivo y orgánico puede transformar o realizar”, resume.
Además de sus mensajes explícitos sobre empoderamiento femenino en algunos de sus traks más exitosos (“El Amor No Duele”, “Tiene Sabor”, “Ni Un Fruto”), dicha línea argumental aflora en diversos pasajes.
Uno de ellos es la pista homónima que da la bienvenida a “Todas Seremos Reinas”, donde Denise parafrasea parte del poema insigne de Gabriela Mistral (“Todas íbamos a ser reinas”). O “Amor De Madre”, quizás una de las canciones más entrañables de la lista, donde describe a su progenitora con el cariño de una hija agradecida.
“Me sirvió de mucha inspiración, como todo lo que busco, tratar de sanar mi propio linaje femenino y resaltar lo que aprendí de mi madre y mis mujeres que admiro”, reafirma.
“En las letras generalmente abarco nuestro lenguaje y nuestra idiosincrasia chilena, de los refranes populares… El extracto del poema de Gabriela Mistral mi abuela siempre lo relataba desde el campo, y se lo relataba a mi mamá y ella a mí”, recuerda.
(P): ¿Es siempre el mensaje el que va dictando tus composiciones? ¿O es la música la que va dando forma al origen de estas?
(R): Me funcionan mucho las dos; depende del objetivo de la canción. A veces tengo tan claro, o he trabajado tanto tiempo en mi cabeza las reflexiones, las temáticas (de las canciones), como en “Agua Segura” o “Tiene Sabor”, que en el momento en que me siento a componerlas salen no más. Eso me ocurre cuando estoy pensando en cómo abordar una cierta temática (…). Hay otras como “Demente” que proponen ser una canción pop y ya, y está bien también.
(P): ¿Cuáles son tus favoritas?
)R): Depende del proceso en que esté, pero en general cuando me siento desesperanzada, o que me hace falta escuchar algo honesto, cuando me siento perdida escucho “No Olvidar”, “Flor de Azucena”, o “Solo Hay Una Vida”, que son canciones un poco más experimentales, pero que son recordatorios que escribí para recordarme siempre que hay cosas que no van a cambiar.
(P): ¿Cómo has lidiado con la imposibilidad de tocar en vivo y las restricciones de la pandemia? ¿Y cómo asimilas las consecuencias de esto en tus colegas?
(R): Ha sido complejo para todos. Siempre estoy tratando de generar espacios laborales no solo para mí, sino para mi equipo. Trabajar con equipos humanos hace la diferencia, y aunque no tengamos shows seguimos activamente encontrando espacios, o tratando de conseguir oportunidades laborales. Ha sido complejo, es una industria relativamente incipiente, pequeña, y no ha habido muchas opciones para desarrollarse, o transformarse. Sabemos que en general la cultura y el arte no es una prioridad, y debiese serlo, porque es la fuente inagotable de sanación, de prevención, de alegría, de salud, no solo mental sino en general.
(P): ¿Crees que estas prohibiciones gubernamentales se han ensañado más con los artistas?
(R): No sé. Estamos en una era donde todo es o blanco o negro; en qué bando estás. Y a veces hay que ver el contexto. Y yo personalmente trato de ocuparme de lo que yo puedo hacer para ser mejor persona, mejor artista. Intentar compartir ciertos mensajes y mantener el cuidado y el respeto no sólo por nosotros, sino por el resto. Yo me considero privilegiada, o afortunada de poder seguir viviendo de esto, y de poder darle un espacio de trabajo a mi equipo también. He tenido que hacer algunos arreglos por ahí, pero todos tienen un fin mayor y eso me hace (estar) tranquila.
(P): ¿Qué lecciones sacas en limpio de tu participación en “Got Talent”? ¿Ha sido complejo estar bajo tanta exposición mediática?
(R): Ha sido un aprendizaje, porque no estoy acostumbrada a que me juzguen o evalúen por mi condición que no es mi trabajo propiamente tal. Es compleja la tarea, muy compleja, sobre todo sintiendo que uno tiene un poder para darle o no oportunidades a alguien que viene a buscar oportunidades; eso me parte el corazón. Hay tan pocas opciones y facilidades para las artes en nuestro país, que yo pensé que estos espacios podían ayudar a generar cultura, o entretención sana, que es lo que necesitamos. Yo no veo mucha tele, pero sé que lo hay en la tele generalmente no es tan constructivo. Pensé que podía ser una salida linda. Lo he pasado bien, pero también no lo he pasado bien. Es complejo.