Jon Batiste, nominado al Óscar como uno de los compositores de la banda sonora de la aclamada película “Soul” junto a Trent Reznor y Atticus Ross, es sencillo al momento de definir la última y emotiva apuesta animada de Pixar, nominada en total a tres estatuillas de la Academia: “Es la historia sobre cómo la vida existe en los momentos mundanos y rutinarios”.
“Tenemos que valorar nuestras vidas y a los demás, y no sólo pensar en la vida con un gran propósito. Hay que vivir lo mejor que podamos y hay estar conectados con el otro y con lo divino, con Dios. Eso es lo que amo de Soul: es una excelente historia para que personas de cualquier edad aprendan esa lección”, cuenta en diálogo con BioBioChile.
Por estos días, el activista, compositor, intérprete y también director musical del late show de Stephen Colbert, promociona “We are”, su esperado octavo álbum solista del que se desprende “I Need You”, una postal de optimismo de cara a la pandemia y su angustia colectiva, en cuya influencia se deja ver parte de la más venerada influencia artística afroamericana: “La música pop y la música Black Juke Joint de 1940”, dice Batiste.
“Quería mezclar ambas cosas y quería que te pudieras imaginar a Little Richard tocar aquello en su mejor época y también que pudiera sonar en la radio de pop Z100”, agrega.
(P): Mencionaste que “I Need You” es como un abrazo para estos tiempos convulsos. ¿Podrías definir así también este álbum?
(R): El disco tiene muchos sonidos y estilos diferentes, y es algo que debes escuchar desde principio a fin, como ver una película increíble o leer una novela.
La canción se convirtió en un himno del movimiento Black Lives Matter el año pasado, y fue entonada en las protesta por el asesinato de George Floyd. ¿Cómo observar el racismo existente hoy en Estados Unidos?
(R): Creo que siempre tendremos algo por qué pelear y mantener a la humanidad conectada. La música y los himnos siempre han sido el soundtrack de estos movimientos, y siempre he querido ser un músico que pueda conectarse con la gente. El año pasado me convertí en un líder para la gente en Estados Unidos con la música, y creo que es un llamado en mi vida.
¿Has sido víctima del racismo en la industria musical a lo largo de tu carrera?
(R): Creo que no soy una víctima, y ninguno de nosotros debería pensar en que somos víctimas por ser negros. Pero sí creo que enfrentamos cosas diferentes y que serán conflictos durante tu vida por el color de tu piel, pero no creo que eso tenga que ser considerado ‘ser una víctima’. Yo lo considero parte de la bendición de ser una persona negra.
Soul
Sus procesos de composición, los define de esta manera: “Intento crear algo que sea honesto y verdadero; empiezo con la inspiración y no pienso mucho en ello. Es un sentimiento. Pienso y meticulosamente lo armo después, así que intento hacer que se sienta muy perfecto musical y estructuralmente. Apunto a la perfección”.
Sobre esta línea, añade: “Primero nace de una idea, una inspiración imperfecta, y luego la intento perfeccionar. Puede tomar meses o años”. Para el proceso de “Soul”, por ejemplo, Batiste recurrió a su vertiente más personal: el jazz, pero desde una arista masiva y expositiva para los neófitos en la materia.
“Creo que gente de todo el mundo podrá seguir encontrando inspiración en el jazz y en toda la música: creo que sólo soy la persona que pudo llevárselo a la gente y seguiré haciéndolo. Eso es una bendición”, aclara.
¿Qué piensas de las reacciones que generó la película en el público y de los comentarios que suscitó su música?
“Siento que estamos en una posición en el mundo en donde necesitamos más inspiración y me siento feliz de darle esa inspiración a la gente. La música es un lenguaje universal que podemos usar y eso es algo muy poderoso que jamás dejaré de utilizar”.
También trabajas con Stephen Colbert, uno de los presentadores de TV estadounidenses más respetados de la industria y, precisamente, desde la comedia y la contingencia. ¿Cómo lo definirías a él y la trastienda de esa faceta?
“Es igual que como lo ves, y eso es una de las cosas que amo de él: es la persona que ves. El show es una institución y es legendario. Y para mí, ser el líder más joven de una banda en un late show es un increíble honor, y creo que poder tocar en el living de alguien 5 veces a la semana te hace sentir conectado a la gente antes de que los conozcas, y ellos sienten que te conocen. Es una experiencia y una lección de humildad”.