“La guitarra tropical chilena, método de estudio y práctica”. Así se tituló en 2013 la iniciativa que impulsó el guitarrista chileno Gonzalo Cordero Riquelme: una investigación alrededor de la carrera musical de uno de los grandes exponentes locales del género, Eduardo “Lalo” Macuada (58), a esta altura integrante histórico de Los Viking’s 5.

“En un principio, mi relación con la cumbia fue por trabajo, pero luego me pasó algo que le ha ocurrido a otros músicos chilenos: se miran y reconocen este ritmo particular como propio, como algo que entendemos súper bien porque está en nuestro soundtrack”, cuenta Cordero a BioBioChile, músico de la Escuela Moderna y la Universidad de Chile.

El lazo entre el autor y Macuada se gestó con el tiempo y alrededor de las innovaciones que el intérprete introdujo y desarrolló en la cumbia. Y luego de una seguidilla de viajes y entrevistas, dicho diálogo quedó plasmado en un libro que ya va en su segunda edición (2015) con miras a una tercera.

“Con el tiempo me di cuenta que era una buena idea”, reflexiona el investigador, actual guitarrista de las bandas de Joe Vasconcellos y Ana Tijoux.

El registro hace un repaso por las raíces de la cumbia en Chile, poniendo la lupa sobre los cimientos sobre los que se construyó la mítica banda coquimbana, pieza angular de la música popular chilena con más de 50 años de trayectoria.

“Esto viene de antes: de Los Fénix, en Chuquicamata, y desde ahí viene la inclusión de un sonido particular que es una construcción sonora desde lo material, no sólo desde la interpretación del músico”, explica sobre una de las principales influencias del colectivo pirata.

Es Justamente ahí donde se gesta el rasgo que caracterizó su guitarra cumbiera, donde según el autor radica quizás la principal distinción de Los Vinking’s 5.

“Hay todo un aparataje de equipos: el deley, unas guitarras en particular, amplificadores. Hay toda una cosa material que condiciona un sonido, pero si hubiese que hacer una diferencia entre la cumbia colombiana y esta cumbia chilena que tiene guitarras y es del norte, es que la primera tiene un carácter más sensual, es más cadenciosa y funciona bien para la conquista; en cambio la cumbia chilena y nortina es más picarezca. No sé si funciona en un plan de conquista, pero sí de fiesta, de entretención entre todos. Esa guitarra que suena, es fiel reflejo de la picardía del chileno, de la talla, Creo que ahí está la diferencia”, cuenta Cordero.

Desde 2014, la dupla Cordero-Macuada ha ofrecido charlas y clínicas en Chile y el extranjero, entre las giras de sus agrupaciones. Con el covid-19 a cuestas, los encuentros se han digitalizado. Y en ellos, una de las principales dudas de los interesados giran alrededor de los “tumbaos”.

Aquella fue una de las genialidades que embelesó al investigador: “En todas las canciones hay tumbaos. Aquí se les llama así, pero el concepto formal es ‘montunos’, y es como lo que hace el piano en la salsa: movimientos melódicos rítmicos repetitivos, constantes, que van acompañando la melodía de la canción, que en este caso hace un cantante”, dice.

“Es un acompañamiento repetitivo de la guitarra que Lalo ha ido desarrollando en estos últimos 40 años. Ha inventado tumbaos y sacado otros de todos lados. Son esas guitarras misteriosas y muy virtuosas, muy difíciles de ejecutar”, cuenta.

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La nueva clínica quedó agendada para este sábado 16 de enero a las 18:00 horas vía Zoom, con cupos limitados. Las inscripciones se realizan vía mail en la siguiente dirección: laguitarratropicalchilena@gmail.com. El valor de la entrada es de $5.000, y $18.000 con una copia física del libro.

Se trata de una introducción al sonido chileno de la cumbia de guitarra eléctrica, pero sobre todo una invitación para ingresar al universo de Los Viking’s 5. “Para mí son los referentes populares de la cumbia. Habrán tenido suerte o fortuna de que en su época firmaron con la EMI y fueron muy conocidos, pero ese sonido simple, no muy ostentoso, los hizo muy populares y los pone en el podio de las bandas de cumbia”.