Al Límite de Rina Cárdenas: Cuentos hospitalarios de dolor y esperanza

Al Límite presenta cuentos cortos, desde una página, el más breve, a poco más de cuatro, los más largos. Son concisos, precisos, sin palabras que sobren. Como una crónica periodística radial. No en vano trabajó muchos años en Radio Bío-Bío de Concepción.

Temas de dolor y esperanza

Los 29 cuentos están ordenados en cinco secciones: COVID, en 4 estaciones; En la calle; Eso que no podemos explicar; Entre camas y curaciones y De todo un poco…

Casi todos, están relacionados con hechos sucedidos en el Hospital Regional de Concepción, relacionados a sus pacientes y trabajadores o a sus alrededores, como un quiosquero o gente en situación de calle.

“Yo soy de aquí, porque duermo en las sillas del hospital, lo conozco entero y ahora se está poniendo “brígido”. En la noche hay que ser “chorizo” pa´cuidar el puesto, ya no se puede trabajar tranquilo.” (p 41)

Rina Cárdenas relata anécdotas, pequeños hechos. De esos que marcaron un día, o que fueron un despacho periodístico sin mayor trascendencia (salvo uno, que tomó muchas horas de expectación). Aunque la mayoría, solo quedó en la memoria de los directamente involucradas.

En estas anécdotas, siempre hay dolor, angustia, sufrimiento. Y, muchas veces, solidaridad, esfuerzo y esperanza. En algunos, sabiduría.

Una pluma precisa

Rina Cárdenas, en estos relatos sobre dolor y esperanza, es escueta. Como si las palabras, el papel o el tiempo escasearan. Quizás sigue el precepto de Leonardo Sciascia (1921-1989), de relatar todo lo que se quiere con la menor cantidad de palabras posible.

También puede ser una expresión de esa cultura que comparten muchas zonas rurales como de pescadores. Contar de manera breve, escueta, sin dar muchos detalles ni, menos, con florituras. Con una suerte de respeto por la privacidad del otro.

“La abuela hundió la cabeza en la almohada, en silencio, decaída y molesta; sintiendo y observando los cables y pequeños tubos que salían de su nariz, de sus brazos y de su estómago; sentía que le habían agujereado hasta el alma. Su mirada se perdió en el silencio de la noche, luego cerró los ojos y se dejó llevar… las mandarinas colgaban desde el árbol de sus sueños, agredían con su color intenso el verde de las hojas, chorreaban jugo y aroma…” (p 74)

¿Qué mejor forma de describir el estado de una anciana, postrada en un hospital, que desea con ansiedad saborear unos gajos de mandarina? De saborear vida…

Estos relatos breves no están exentos de cariño, de observaciones sutiles, de un gran respeto por las personas involucradas. Y, claro, deja en manos de cada persona que los lea la posibilidad de reflexionar, de indagar, cuestionarse. Incomodarse incluso. Rina Cárdenas hace esa invitación como algunas chilotas: con amabilidad, pocas palabras, con identidad y respeto.

Al límite es un buen libro para detenerse lo que, muchas veces, no queremos ver. Por doloroso, incómodo. Pero que, al mismo tiempo, nos impide ver historias de esfuerzo, de solidaridad y esperanza.

Al Límite

Rina Cárdenas Ulloa
Editorial Al Aire Libro
Galaxia de Tomé, 2024