"El infinito en un junco" es un ensayo que relata la historia del libro, una apuesta arriesgada que ha cosechado gran éxito editorial. Pero, ¿qué lo hace tan especial a sus lectores?. La clave reside en la historia de vida de su autora, Irene Vallejo, quien tuvo que lidiar con la enfermedad de su hijo.
Fue toda una sorpresa editorial cuando “El infinito en un junco”, que narra la invención del libro desde el mundo antiguo a nuestros días, salió publicado en 2020. Por aquel entonces, su escritura tuvo un ritmo pausado dado que su autora, Irene Vallejo, cuidó a su hijo, quien estuvo internado debido a una rara enfermedad.
En la actualidad, Vallejo, quien participó de la Feria del Libro de Buenos Aires, habló con la agencia Télam sobre su obra, que celebra a los libros que “han sido mi bote salvavidas a lo largo de la vida y sobre las personas anónimas que han salvado los libros del naufragio a lo largo de los siglos”.
En este sentido, la doctora en Filología Clásica indicó al medio argentino, que el proyecto nació por la necesidad de adentrarse “en un mundo que yo tenía que inventar y sostener con mi concentración e imaginación”, pues junto a su marido, Enrique Mora, le tocó cuidar a su hijo en el hospital.
¿De qué se trata El infinito en un junco?
El libro mezcla vivencias personales y varios saltos en el tiempo, reveló la autora, en una entrevista con el medio Epe.es.
También, Vallejo, reveló que en su obra están presentes sus afectos más profundos. “Mi familia, mi casa, los afectos fuertes, y la literatura. Porque cuando yo leía libros como La historia interminable, de Michael Ende, que era la historia de un niño perseguido, yo me reconocía en esas páginas”, mencionó al medio español.
Por otra parte, la escritora recordó que la escritura de “El infinito…” fue posible “cuando tuve que asimilar lo que le había pasado a nuestro hijo. Sin este libro tal vez no lo habría conseguido o no lo hubiera conseguido con el coraje que me dieron las palabras”.
En resumen, el regalo de Vallejo a sus lectores permite volver a visitar a los libros clásicos, pues ellos “tienen la capacidad de devolvernos la confianza en nosotros mismos. Son el contrapeso necesario para los malos tiempos”, dijo al medio Telva.
