El libro, con gran cantidad de obras de Marta Carrasco (ilustraciones, bocetos, pinturas, muñecos) y buenos textos, es una necesaria aproximación a una ilustradora de gran calidad e influencia. No solo por Papelucho, Tata Colores, ilustraciones y portadas muchos libros vinculados a educación e infancias. Y sus propios y notables libros.
El libro Marta Carrasco: el arte de ilustrar muestra la particular sensibilidad y capacidad de la artista para captar movimientos, expresar sentimientos, para incorporar infancias, mujeres y para incluir la diversidad, adelantándose en décadas a cambios que se han y se siguen viviendo.
Marta Carrasco
Nacida en una familia acomodada e ilustrada, Marta Carrasco (1939-2007) perteneció una familia ligada a la creación. Su abuelo materno fue el destacado arquitecto y fotógrafo Julio Bertrand Vidal (1888-1918) y Gustavo Carrasco, hermano de su padre, fue dibujante, ilustrador y profesor universitario.
Dotada de una gran sensibilidad y muy activa, tuvo poliomielitis a los 10 años, debiendo pasar un año en cama y quedando con secuelas para toda su vida. A pesar de los esfuerzos familiares, que incluso la llevaron a Estados Unidos para ser operada, tuvo que usar siempre bastones y otros artefactos para poder desplazarse.
Este cambio radical, la llevó a leer, dibujar y escribir. Y, posiblemente, a hacerla más observadora y sensible con las personas diferentes, con las discriminadas, con las infancias y las mujeres.
Estudió arte en la Universidad de Chile, donde conoció a Adolfo Couve, con quien se casa y tiene una hija. Luego se separaría y volvería a casa de sus padres.
Por razones económicas, partió haciendo retratos y luego ilustraciones. Con el tiempo, hizo sus propios libros. Suyo fue el primer libro premiado tanto por su escritura como por sus ilustraciones en la con el Apel-les Mestres.
Marta Carrasco trabajó con la Editorial Zig-Zag y Quimantú, en Mampato, con Marcela Paz, incluyendo las últimas versiones de Papelucho, con Neva Milicic, Isabel Allende y Cecilia Beuchat, entre otras. Fue la creadora de Tata Colores, y de reconocidos libros como El club de los diferentes, El barco de vapor y Érase una vez el espacio.
Un trazo sensible desde una observación fina y cariñosa
“… su dibujo se caracteriza por la meticulosidad en las expresiones, gestos y posturas. Al mismo tiempo, parecen hechos sin esfuerzo; un control que logró sobre la base de una constante y casi obsesiva práctica diaria del dibujo, que no buscaba la perfección, sino más bien parece una forma de expresión y reflexión sobre su entorno y sí misma.” (pp 139)
En sus ilustraciones los personajes, muchos niños y mujeres, bailan, se mueven con gran naturalidad. Y sus expresiones muestran lo que sienten.
Serie Mujeres libres
“En sus diversas variaciones, las mujeres libres bailan, se escapan del cuadro y de los márgenes del dibujo, ajenas a la rigidez que impone el decorado e ignorando a la familia que posa estática, vestida de manera solemne y decimonónica. En esta serie la autora explora la libertad de las mujeres en espacios domésticos, personales e íntimos. Las protagonistas se evaden del marco del dibujo, que al mismo tiem¬po demarca la vida familiar y el rol de madre e incluso musa, para buscar su lugar en un espacio que escapa a la vista de espectadores y de los otros retratados.” (pp 140)
Marta Carrasco: el arte de ilustrar, de Claudio Aguilera, María José Guallar y María Isabel Molina, es un gran esfuerzo por recuperar el trabajo de una mujer de carácter fuerte pero callada, que supo quedar en el imaginario colectivo de muchos chilenos y chilenas. Que, de manera sensible, supo dar espacio a las mujeres, a la niñez y a los diferentes.
Marta Carrasco: el arte de ilustrar
Claudio Aguilera, María José Guallar, María Isabel Molina
Grafito ediciones
2022, Santiago de Chile