Por Patricio Olavarría
Con la cercanía y agitación que provocan las emociones de la pluma de este profesor de matemáticas que es oriundo de la ciudad de Lautaro (1944) en la Araucanía, se lee en el texto a un hombre inmerso hasta el tuétano en un momento histórico, colmado de pasiones y atrapado por las circunstancias de un pueblo al sur del mundo.
Norton Maza fue parte de la fundación del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) en Lautaro (años sesenta). Período en que cientos de hombres y mujeres se dejan llevar con entusiasmo por la épica revolucionaria y los avatares del gobierno de la Unidad Popular. Pero en donde también existe la aversión de los enclaves conservadores a las transformaciones sociales, políticas y culturales que vivía el país en ese entonces.
En una época en que la pobreza más descarnada se dejaba ver sin pudor sobre el campesinado chileno y los asentamientos de mapuches olvidados por la historia, Norton Maza Ferreira nos presenta con la naturalidad propia de un hombre de pueblo, vivencias que son definitivamente de carne y hueso. El libro se hace al calor del fuego y la leña. Entre bosques y noches oscuras aparece como un espíritu la voz de este narrador que escribe para el hombre comprometido con las ideas y la perpetua utopía.
Estamos hablando de hace medio siglo atrás, cuando el autor aún es joven y puede palpar con ese sentido cándido y vivaz de sus años mozos a personajes entre los que hay profesores, carabineros, militares, autoridades y familias poderosas que contrastan con las muchedumbres pobres y excluidas.
Este es un libro realista. Acá no hay pie para la ficción. Es un relato trágico, aunque a veces con toques de humor, que llega profundamente a quienes estén familiarizados con historias íntimas de la política y, más, con aquellas historias de la resistencia a la dictadura que surgen desde el mundo pobre. Es desde los marginados que nacen los relatos de Norton Maza, los que pertenecen al hombre y la mujer común. Al no letrado y al crédulo de corazón en una sociedad mejor.
Quiero notar que la portada del libro es una fotografía muy hermosa. En un puente colgante sobre el río Muco a veintidós kilómetros de Lautaro hacía la Cordillera, está Norton Maza Ferreira junto a dos amigos. Él es el último de la izquierda. Una portada novelada que, como toda fotografía, se detiene en el tiempo.
El libro ya está disponible en Librerías
Recuerdos de mi Pueblo, Lautaro 1968-1973
Norton Maza Ferreira
DobleAEditores