En la presentación de su última novela, "Violeta", la escritora se refirió a la polémica alrededor del poeta, quien confesó haber violado a una mujer en sus memorias.
La escritora Isabel Allende ha pedido hoy a las “feministas chilenas” que no se “queden solo con lo que hizo” el poeta chileno Pablo Neruda, quien en sus memorias confesó haber violado a una mujer, porque si no “ningún títere quedará con cabeza”.
Así lo ha manifestado durante la rueda de prensa virtual que ofreció para presentar “Violeta” (Plaza&Janés), su última novela, que se ha publicado simultáneamente en español y en inglés en Estados Unidos, América Latina y España, la historia de una mujer cuya vida transcurre desde 1920 hasta 2020, entre dos pandemias: la mal llamada “gripe española” y la actual del coronavirus.
“Tal vez lo más cuerdo sería que la historia se enseñe como se debe enseñar, no solo como la cuenta el vencedor, que suele ser el hombre blanco, sino como la cuentan los derrotados, las voces acalladas, que son las que hay que atraer a los textos de historia. Pero no se puede siempre eliminar aquellos símbolos que nos recuerdan ese pasado, sino revisar ese pasado”, dijo.
En este sentido, la escritora, quien está a punto de cumplir 80 años, ha hecho referencia a la “controversia” que hay en su Chile natal por la revelación de una violación que cuenta Pablo Neruda en “Confieso que he vivido”.
“Neruda confiesa que violó a una mujer y las feministas chilenas quieren eliminar a Neruda, y una cosa es el hombre fallado, que somos todos fallados, y otro la obra. Si en el caso de un artista como Neruda nos vamos a quedar con lo que hizo, revisemos su vida privada, pero no eliminemos todo, porque si no ningún títere queda con cabeza. No eliminemos la historia, vamos a revisarla para que se cuente como se debe contar”, ha apuntado.
Isabel Allende: por Nicaragua
Durante su intervención, la también periodista que vive en California (Estados Unidos) desde 1973 ha lamentado la situación que atraviesan algunos compañeros escritores como Sergio Ramírez (Nicaragua).
“Hay represión para los escritores y los periodistas, sobre todo para los que protestan, y esas son de las primeras señales del autoritarismo. Y eso se consigue acallando las voces que preguntan y cuestionan. Lamento que sea el caso. Yo conocí una Venezuela muy distinta a lo que hay ahora y, aunque no era ideal, lo que está pasando hoy en Venezuela es muy triste”, ha indicado.
Asimismo, afirmó que el ser humano ha evolucionado “muy poco” porque sigue teniendo “los mismos instintos primitivos” que hace cien años.