La Premio Nacional de Literatura se refirió a los bajos índices de lectura en la población y en la necesidad de "desbiologizar la escritura". "Hay que democratizar y llegar a un punto en que la condición sexual genérica sea un dato, no un centro", explicó.

Este lunes arrancó en la Universidad de Concepción la Feria Internacional del Libro, evento que tuvo entre sus invitadas estelares a la escritora chilena Diamela Eltit, ganadora en 2021 del Premio Internacional Carlos Fuentes y del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances; dos influyentes galardones de la literatura hispanoamericana.

“Es muy positivo que esta feria comience a funcionar en este tiempo, después de todas las restricciones de desplazamiento. Una de las actividades familiares para la comunidad, es visitar esta feria”, señaló la Premio Nacional de Literatura 2018 en diálogo con La Radio en Concepción.

En su paso por el estudio, la autora se refirió a diversos temas. Uno de ellos: el compromiso de la literatura con la contingencia.

“La gran función de la escritora está en el propio campo: la literatura necesita reformularse para seguir existiendo; y eso es un gran trabajo. La ficción, más allá de la verosimilitud, siempre apunta a un real. Podemos leer libros que aparentemente pueden estar fuera de la realidad, pero uno lee en ellos una realidad más real que un libro realista”, explicó.

También se refirió a uno de sus conceptos acuñados: “desbiologizar la escritura”. Esto, en relación al vínculo entre feminismo y el arte de escribir.

“La literatura es escritura; es cultural. Escribir se aprende, y escribir literatura requiere una vigilancia permanente. Como todo, vivimos realidades binarias: masculino y femenino, etc. El mundo occidental es binario. Y cuando es así, uno de los polos siempre se pone sobre el otro”.

Diamela Eltit
EFE

“El concepto de leer mujeres, en los 70 u 80, fue muy importante, pero como el sistema es inteligente se produce un nuevo gueto: es decir, ‘literatura de mujeres’ y ‘literatura’. Y si lo piensas así, la ‘literatura’ es una cosa, y la categoría subsidiaria es ‘literatura de mujeres’… Hay que democratizar y llegar a un punto en que la condición sexual genérica sea un dato, no un centro”, abogó.

Diamela Eltit: Leer para comprender

¿Cómo la literatura puede liberarnos? Lo explicó la autora de las novelas “Lumpérica”, “Los vigilantes” y “Impuesto a la carne”, entre varios otros títulos: “Leyendo se puede viajar, aprender, examinar la dificultad en la que estamos… Esas ficciones ingresan a la psiquis y permiten, junto con leer, comprender el mundo cotidiano”.

Para Eltit, profesora titular de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), el problema del bajo índice de lectura en la población no es algo netamente chileno, aunque especifica que, en el caso local, se trata de un problema de “inequidad educacional”: “Es uno de los factores: la lectura parte con la educación primaria y secundaria”.

“Tenemos que considerar también el precio de los libros, y la actualidad que tiene la tecnología, aunque desde otra perspectiva nunca se ha escrito ni leído tanto como ahora: WhatsApp, el mail y otros sitios, son comunicativos. Eso es muy positivo, es muy bueno. Para escribir un WhatsApp se requiere organizar una idea y eso es muy bueno para la escritura, más allá que la sintaxis haya cambiado”, dijo.

“Hay una pasada por la realidad mas fragmentaria. A mí me parece bien, porque todos los sujetos tienen que ser sujetos de sus tiempos y sus técnicas; siempre han habido diferentes. El punto es cómo hacer una equidad educacional donde el libro ingrese como una forma tan válida como el celular”.

A modo de ejemplo, la ex integrante del histórico Colectivo de Acciones de Arte (CADA), grupo donde compartió créditos con Raúl Zurita, Lotty Rosenfeld, Juan Castillo y Fernando Balcell, agregó: “Estas ferias (del libro) van a tener mucho sentido siempre y cuando acudan las familias enteras”.

Colectivo CADA
Colectivo CADA | Memoria Chilena

Consultada por cual de los actuales fenómenos sociales la conmueve más, la escritora no dudó ni un segundo: “La Convención. Ahí está la diversidad, la paridad, están representadas las regiones, las comunidades, sus problemáticas. Ese Chile más silenciado por las elites”.

“Ese es el lugar más importante, más radical, y más propositivo para el futuro de cada uno de nosotros”, remarcó.