Leer es una actividad que siempre ha sido fomentada por profesores hasta organizaciones sociales y gobiernos. Sus beneficios son muchísimos: mejora la ortografía y ayuda a conocer nuevas cultura, por mencionar un par. Las ventajas de leer no sólo son para los adultos y niños, sino incluso infantes se benefician de esta práctica si se les lee. “La lectura temprana le permitirá [al infante] el reconocimiento de las cosas y su denominación, incluyendo su propio cuerpo, las personas, las acciones y las emociones. De esta manera, irá avanzando hacia un pensamiento cada vez más elaborado y ampliando sus habilidades cognitivas” según señala el artículo de Editorial Amanuta.
El año 2011, según el Estudio de Comportamiento Lector realizado por el Consejo Nacional de Cultura e 2011, el 84% de los chilenos no comprendía totalmente lo que leía. Siete años más tare, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó el informe Education at a glance 2018, en el que demostraba que en Chile sólo el 5% de los adultos con educación superior tenía un alto nivel de cultura, mientras que el promedio del grupo de países era 21%. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Chile realizado el 2019 señaló que el 50% de lo chilenos leía regularmente; y durante la pandemia, esta cifra pareciera haber aumentado según cifras entregadas por la Biblioteca Pública Nacional (BPDigital) ya que en mayo del 2020 se solicitaron 106% más libros que el mismo mes del 2019 (un total de 29.975 comparado a 61.824 del año pasado).
Durante la pandemia, y sobre todo en períodos de cuarentena, muchas personas han encontrado consuelo y compañía en libros. A continuación te dejamos siete beneficios de leer:
1. Estimula tu mente
Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Scientes, cuyo principal autor fue el doctor Robert Freidland, postuló que mantenerse mentalmente estimulado, ya sea leyendo, jugando ajedrez o realizando otras actividades, podría ralentizar los efectos, e incluso prevenir, del alzheimer y demencia. En el texto académico, se demostró que aquellos ancianos que regularmente leen o juegan juegos mentalmente desafiantes, como ajedrez o puzzles, son 2.5 veces menos probable de desarrollar enfermedades debilitantes. Al igual que cualquier otro músculo del cuerpo, nuestros cerebros necesitan ejercicio constante para mantenerse sanos y en forma.
2. Reduce tus niveles de estrés
Un estudio realizado el 2009 en la Universidad de Sussex descubrió que leer puede reducir el estrés hasta un 68%, funcionando incluso mejor que otras formas de relajación como escuchar música o tomar una taza de té. Esto se debe a que al concentrarse en una historia, uno puede llegar a “perderse en ella”. Un buen libro puede transportarnos a otros lugares, lo que nos distrae y puede aliviar tensiones. Leer historias con una narrativa cautivante ayudan a reducir el estrés incluso después de dejar de leer. El cerebro se mantiene pensando en la narrativa, lo que te da algo para revisitar más tarde y distraerte. Se ha comprobado que leer puede bajar la presión sanguínea y regular el corazón.
3. Amplía tu vocabulario
En los años ’60s, investigadores ya debatían lo que se conoce como el “efecto Matthew”. El nombre es una referencia al verso bíblico Mateo 13:12 que dice “Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado”. Este efecto presenta la idea de que el rico será más rico, y el pobre más pobre; un concepto que se puede aplicar tanto al dinero como al vocabulario. Las investigadoras Kate Cain y Jane Oakhill presentaron el 2011 un estudio que demostraba que aquellos estudiantes que leían libros regularmente, comenzando desde una edad temprana, desarrollaban vocabularios más amplios y refinados; lo que sostiene la teoría del efecto Matthew. Los beneficios de tener un mejor vocabulario afectan diversas áreas de la vida: desde tener mejores notas en el colegio hasta obtener mejores oportunidades laborales.
El 2001, Anne Cunningham, de la Universidad de California, y Keith Stanovich, de la Universidad de Toronto, realizaron un estudio para evaluar si la lectura de novelas influye en el nivel de vocabulario de las personas a largo plazo. El estudio se basó en los hábitos de lectura de estudiantes de primero básico, pidiéndoles que anotaran la frecuencia con la que leen diariamente. Luego, diez años más tarde, realizaron un seguimiento a los mismo estudiantes en el que evaluaron su comprensión lectora y vocabulario. Compararon resultados y diarios de cada estudiante en busca de una correlación entre las horas que documentaron y la puntuación de las evaluaciones realizadas diez años después. Los resultados comprobaron que leer más influye en el nivel de comprensión y de vocabulario a largo plazo; y que aquellos individuos expuestos a la lectura desde una temprana edad tienen más probabilidades de leer más en el futuro.
4. Alivia síntomas de depresión
En el Reino Unido, su Servicio Nacional de Salud inició el programa “Reading Well, a Books on Prescriptions” en el cual expertos médicos recetan libros de autoayuda a pacientes con ciertas condiciones. No sólo los libros de autoayuda aportan a personas en esta condición: leer ficción se recomienda. Muchas personas deprimidas suelen sentirse aisladas y alejadas de aquellos que quieren y otros. Esa sensación puede reducirse al leer ficción, ya que ésta permite, temporalmente, escapar del mundo real y entrar a mundos, experiencias, viajes y trabajar la imaginación.
En el Reino Unido, la Universidad de Liverpool realizó una investigación para la campaña de promoción de lectura de Galaxy Quid Reads UK, para la cual fueron encuestadas más de 4.100 personas divididos por edad, género, región y nivel de educación. El proyecto reveló que el 58% de los encuestados lee regularmente; y aquellos que leían alrededor de 30 minutos a la semana tendrían una mejor salud mental: sería 21% menos probable que experimentaran síntomas depresivos, comparado a aquellos que no leen. No sólo eso, sino que habría un 10% más de probabilidades de que tuvieran una buena autoestima.
5. Promueve la creatividad y la imaginación
Al leer libros, hay que trabajar la imaginación. Al leer descripciones de lugares, personas, construcciones, etc. el lector debe construirlos en su mente. Se ha declarado más de una vez que leer es esencial para desarrollar un buen pensamiento crítico, lo que directamente promueve la capacidad de creatividad.
En un estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad de Emory se reveló que leer ficción es una actividad que puede mejorar las funciones cerebrales; mejorando la conectividad. Esto mejoraría la imaginación y creatividad de los lectores de una forma similar a la memoria muscular que se genera al realizar deportes. Gregory Berns, el investigador principal, concluyó que “como mínimo, se puede decir que leer historias, sobre todo las que tienen narrativas fuertes y captivantes, logra mejorar las redes cerebrales por días. […] Esto puede tener profundas implicaciones para los niños y el rol que tiene la lectura en el desarrollo de sus cerebros”.