Una de las historias más desconocidas del poeta chileno Pablo Neruda fue rescatada y puesta en perspectiva con el lanzamiento de “Malva” (Editorial Rey Naranjo), la primera novela de la poeta holandesa Hagar Peeters.
Se trata de un relato sobre la única hija legítima del vate local, Malva, nacida en 1934 con una enfermedad que también sería su sentencia de muerte: hidrocefalia. La niña fue fruto de su relación con Maria Hagenaar Vogelzang, su primera esposa, tal como da cuenta el diario español El Mundo.
El libro recoge el corto trayecto de la niña, que murió a los 8 años luego que el poeta se separara de Hagenaar abandonándola en Montecarlo, ciudad a la que llegaron en 1936 escapando de la Guerra Civil en Española.
Según el matutino hispano, al principio Neruda no dimensionó la enfermedad de Malva. “Es un ser perfectamente ridículo”, habría dicho de ella, a quien definió como una “vampiresa de tres kilos”.
“Mi nacimiento fue como un accidente de tráfico. Me detuve en seco, me quedé atrancada, retenida en un lugar a media vida entre el interior y el exterior del útero, en un túnel negrísimo. Tuvieron que tirar de mí con mucha fuerza para extraerme hacia la luz del día. No es de extrañar considerando el tamaño que tenía mi cabeza ya entonces, aunque su verdadero e imparable crecimiento aún no había empezado”, se lee en el texto.
De acuerdo a la publicación española, los últimos días de Malva fueron pobres y trágicos. Tras el abandono de Neruda, ella y su madre se instalaron en Holanda, en específico en la ciudad de Gouda, donde la niña pasó al cuidado de una familia cristiana tras periodos de miseria y necesidad económica.
A través del consulado de Chile en La Haya, la madre intentó contactarse con Neruda para que este le enviara dinero a su hija, pero aquello nunca ocurrió. El 2 de marzo de 1943, a los 8 años, Malva murió en Gouda.