Hermosillo & Paulsen Inc
Creo que ayer vi a Hermosillo
en la Batuta de fin de siglo
El vocalista de los Fiskales
era un chico de Punta Arenas
En la barra atendía Vallejo
Alguien rodaba por la escalera
No cabía un alma, todos
contra todos bailaban y saltaban
levantando los brazos
pero no había nada arriba,
solo unas luces raras y el techo
Estoy casi seguro, era Hermosillo
Lo acompañaba el pistolero de La Reina
Después cantó Charly con el Negro
No estoy seguro, no puede ser
En un rincón sonreía el director de cine
hijo del abogado amigo de Paul Schäfer
Alguien le tocaba un hombro,
alguien decía palabras importantes
Era la voz de Hermosillo, seguro
Venían a buscarlo Valencia y
su amigo Elizalde, tenían que irse,
se despidieron agitando
una mano, desde la barra
Vallejo gritó -la casa paga
Volví a la calle, en el Insomnio
unas mujeres me querían
entregar panfletos, mi madre zurcía
unos calcetines, al otro lado
de la calle había fiesta, al fondo
del pasillo una urna, en la urna
un niño dormía, las puertas abiertas
eran las anfitrionas de la muerte
La plaza se vaciaba, todo se vaciaba, Hermosillo entraba con Insulza
en La Cucaracha, el capitán planeta
y Ottone recibían en Caleu al yerno
de José Ramón y a Pérez de Arce,
el ciclón se acercaba más y más
Sentía los párpados pegados
o era otra vez la vieja historia
de la gallina ciega abandonada
en el patio de la casa patronal
(© Esteban Navarro, Labranza)