Sierra Dorotea: una montaña majestuosa
A medida que uno se acerca va apareciendo una montaña soberbia y majestuosa, con acantilados imposibles y vastos bosques de Lenga que se pierden en la inmensidad de un cerro que parece interminable. Pero es en realidad una antigua sierra de 80 millones de años que esconde secretos inimaginables.
Durante los últimos 15 años se han ido descubriendo una inmensa variedad de restos fósiles que van desde pingüinos y ranas gigantes, a Mosasaurios, Plesiosaurios, Tiburones y Tortugas, entre muchos otros. No ha tenido la misma publicidad por sus grandes hallazgos tal vez por la cercanía de la Sierra Baguales, donde se encuentra el sitio “río las chinas-cerro Guido”, que se ha llevado todos los honores.
El mismo equipo del proyecto “Anillo Antártico“, que año a año se adentra en estos mundos prehistóricos para realizar importantes y maravillosos descubrimientos con gran difusión en la prensa nacional y extranjera, ha convertido a la región de Magallanes en la Meca de la paleontología chilena.
Un equipo multidisciplinario de expertos del INACH (instituto antártico chileno), el Museo de Historia Natural, la Universidad de Chile, Magallanes y varias otras chilenas y extranjeras, Sernageomin (Servicio Nacional de Geología y Minería), entre otros actores unidos en desentrañar los nexos más antiguos entre la Antártida y la Patagonia, cuando ambos lugares eran uno durante el Gondwana.
Un destino turístico
Hoy en día la Sierra Dorotea se erige como un destino turístico no por lo antes señalado, sino porque es una actividad que se puede realizar en medio día: es una ascensión corta y sencilla, y las vistas desde su cima son soberbias.
Hace 10 años atrás, solo iban a Sierra Dorotea turistas que perdían algún tour a las famosas y cercanas “Torres del Paine”. Hoy es una alternativa ya no accidental, sino que un imperdible en Puerto Natales. Basta un mínimo estado físico para sortear la hora y media o dos para subir a su cima y el premio es magnífico: Vistas inolvidables, inconmensurables, del golfo Almirante Montt a su entrada al Canal Señoret, donde está enclavada la ciudad. El canal sigue hasta toparse con el fiordo Ultima Esperanza que se adentra en el continente y se pierde hasta llegar al glaciar Balmaceda, ya en el Campo de Hielo Sur.
Así, este destino se ha transformando en un reclamo, no por su enorme yacimiento paleontológico, sino por la gran belleza que se ve desde su cumbre que alcanza un radio enorme, y es simplemente sobrecogedor. Además de un respetable trekking por la Patagonia que siempre es un privilegio.
Cabalgatas
Para los que no quieren caminar o no pueden hacerlo, la alternativa son las cabalgatas que se ofrecen diariamente. Hay lugareños que tienen exitosos emprendimientos y que realizan tours de medio día a caballo a precios muy accesibles.
Las cabalgatas se realizan en las mañanas o en las tardes, con desayunos u onces en sus casas. Esto las convierte en otra experiencia inolvidable, al aproximarse a la vida y al entorno del mundo gaucho por unas pocas horas.
Dorotea
Por cierto, el nombre Dorotea es por el nombre de una de las hijas de Hermann Eberhard. El primer colono de estas tierras. El mismo que descubrió la famosa y cercana cueva del Milodón, se llamaba así.
¿Cuántos descubrimientos más quedan por realizar? Nadie lo sabe de verdad, pero esta enciclopedia de roca, con sus estratos de diferentes colores y espesores, son páginas que los especialistas recién están aprendiendo a leer.
Gabriel Espinoza Bustamante
Escritor, Guía de turismo
Puerto Natales