Miguel Vera-Cifras, Magister en Musicología Latinoamericana, postuló al Fondo de la Música para poder participar en el 12° Congreso Internacional de Jazz con una ponencia. El 28 de febrero le avisaron que había ganado. Pero no le advirtieron que el cambio de Gobierno y la creación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio pondrían en peligro su viaje…
A continuación el relato de Miguel Vera-Cifras:
Proyecto ganador de ventanilla abierta arriesga realización y consejo de cultura se excusa de entregar los fondos porque “no hay quien firme”.
El pasado 28 de febrero recibí un correo electrónico con la buena noticia de que “Ventanilla Abierta” del Fondo de la Música había acogido mi solicitud de financiar mis pasajes aéreos para asistir al 12° Congreso Internacional de Jazz (“Jazz voices”) a realizarse en Graz, Austria, entre el 17 y el 20 de mayo de 2018.
En la resolución exenta N° 449 (del 27/02/2018) se me informaba que el proyecto había sido calificado con un 100% de puntaje final y se me encarecía la urgencia de firmar lo antes posible el Convenio de Ejecución del Proyecto con el cual se formalizaba la adjudicación de recursos. Comencé a reunir la documentación requerida, a cotizar pasajes y coordinar la cita para firmar el convenio. Aunque yo debo financiar de mi bolsillo mi hospedaje, seguro de salud y manutención (alrededor de unos 400 mil pesos), la ayuda con el transporte aéreo ($ 1.100.000) es determinante para mi asistencia al Congreso, pues obviamente carezco de los recursos para asumir tal gasto, lo cual significa –y disculpen que insista- que sin la subvención me resulta imposible viajar a tan relevante evento académico. Pero a poco andar comenzaron los tropiezos que, más pronto de lo esperado, pasaron a feroz descalabro.
Primero me informan que al coordinador que debía contactarse conmigo lo habían cambiado. Bueno, fui hasta sus oficinas con la documentación requerida y firmé el Convenio para recibir los fondos. Luego solicité a una entidad privada un préstamo bancario para cubrir los gastos de manutención en Graz no contemplados por el fondo, más una asesoría profesional para la traducción del texto y la inscripción al congreso (80 euros). Luego de pagar, quedé a la espera de que me avisaran cuando retirar mi cheque para así concretar la compra de los pasajes.
“No hay quien firme el documento”
Pero nunca avisaron. Pasaron los días y nada. Los pasajes a Austria subían precio, mientras el plazo límite se acercaba apremiantemente. Fui a ver al coordinador para saber el por qué de la demora y, entonces, él me explica que debido al cambio de gobierno y a la implementación del nuevo Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio, “no hay quien firme el documento” y que está todo retrasado, ya que aún no se han nombrado los Seremis y muchos cargos están vacíos, por lo cual no queda más remedio que esperar.
Una buena y una mala noticia
Ahora, a casi un mes de iniciado el proceso el coordinador me llama para decirme: “Miguel, te tengo una noticia buena y una mala: la mala noticia es que, debido a que recién acaban de nombrar a la persona que debe firmar tu Convenio, es probable que el documento no esté firmado a tiempo para entregarte los fondos. Lo bueno es que te dejamos en libertad para que puedas comprar tú mismo el pasaje y luego, cuando regreses de Austria, reembolsarte nosotros el precio del ticket. No puedo asegurarte que el dinero esté antes así que tú asumes el riesgo de que el proyecto no sea llevado a cabo”.
¡Insólito! Compungido, estupefacto y enérgico, le explico que no tengo dinero para hacer tal cosa y que ya me endeudé para cubrir los otros gastos (manutención, seguro de salud, hospedaje y traducción del texto), ante lo cual el coordinador, disculpándose y de manera inaudita, me responde: “Miguel, tienes toda la razón, yo te entiendo, el error ha sido nuestro y tú no tienes ninguna culpa de que haya cambiado el gobierno ni de que se implemente un nuevo Ministerio, pero no podemos hacer nada, ya que el Convenio debe ser revisado y firmado por la autoridad que fija la ley y como estamos atrasados, hemos puesto una cláusula ad hoc para que puedas imputar gastos desde ahora”.
Y esto me lo informan a 30 días del viaje, cuando el pasaje ya ha subido exorbitantemente de precio, ya he pagado mi inscripción y mi nombre y ponencia (“Identidad, identificación y singularidades de género en el jazz en Chile. (un estudio de casos)” aparece considerado en el programa oficial del Congreso emitido por la University of Music and Performing Arts Graz, donde fui invitado.
Ahora, burocracia mediante, Ventanilla Abierta me deja a la deriva entregado al simple hecho de tener o no tener una plata que, como premisa del concurso, yo no tengo y por lo cual acudí ante ellos. Además, se me achaca la responsabilidad de asumir el riesgo de esperar la tan esquiva firma. Así está la cosa. Ahora se hace tarde y mañana trabajo temprano. Apagaré la luz.
Sinceramente,
Miguel Vera-Cifras
Magister en Musicología Latinoamericana.
Universidad Alberto Hurtado