Caminar por la zona costera de Penco, a minutos de Concepción, tiene un toque especial. Una brisa fresca en verano y algo de sal en el ambiente en invierno, hacen de esta comuna, una de las más antiguas del país, un lugar perfecto para pasear y disfrutar el día.
Recién pasó la Fiesta de la Chilenidad, pero también se pueden encontrar otros panoramas, como la Semana Pencona durante su aniversario, sus polos gastronómicos, el origen del destacado internacionalmente “Plato Willow” y más.
Además, tiene pequeños lugares secretos llenos de cultura que entregan un ambiente agradable, sobre todo para los amantes del arte. De hecho, así nació Galería Gourmet.
Galería Gourmet es una pequeña cafetería, frente a la Notaría de Penco, a una cuadra de la playa y a un costado del estero.
Al interior, no solo se puede encontrar algo rico para degustar o un café especial, sino que también murales y cuadros pintados por Milton, un artista y gestor cultural de la zona, quien decidió emprender con esta cafetería que promete ser un refugio para los amantes del arte.
En conversación con BioBioChile, Milton relata que su carrera profesional comenzó desde chico, por su inquietud por el dibujo y la pintura. “Me di cuenta de que francamente no tenía muchas habilidades para otras cosas, más que para dibujar”, cuenta entre risas sobre cómo nació su pasión por la pintura.
Comenzó a estudiar sobre el tema en tiempos donde el Internet aún no se masificaba. Muchos recordarán cuando teníamos que ir a la biblioteca, buscar el código de un libro y con eso ir al estante donde podrías encontrarlo, sin tener que pasar la vergüenza de pedir ayuda.
Milton se inspiró en grandes pintores como Rembrandt, Miguel Ángeles y Claude Monet, además de Claudio Bravo y Guillermo Lorca. Se puede ver ese toque en sus obras.
La “leyenda del pintor”
En 2016 se lanzó con exposiciones, destacando como artista en diversos lugares. De hecho, si te ha tocado ir a alguna de las oficinas municipales de Penco, viste uno de sus cuadros.
Un dato curioso, es que una vez fue a la Dirección de Tránsito y vio colgado uno de sus cuadros. Como no se saca fotos con ellos, le pidió a una funcionaria si es que lo podía hacer. La mujer no solo aceptó sacarle la fotografía, sino que le contó la historia del “pintor” del cuadro. Milton quedó asombrado y dice que sólo se dedicó a escuchar. No quiso interrumpirla ni matar el “mito” que la gente piensa sobre “el artista”.
Se supone, según la leyenda, que quien pintó los cuadros que están también en otros departamentos municipales es un artista famoso, quien perdió a su familia y se volvió alcóholico. Relató igual que se fue a vivir a los cerros y cada cierto tiempo baja por comida.
Milton se mantuvo en silencio todo el tiempo. Seguramente, al día de hoy muchas personas creen en esa leyenda, sin saber que el artista en realidad es uno de sus vecinos.
Café con sabor a cultura
A medida que sus trabajos y popularidad en la zona comenzaron a crecer, también lo hizo la inquietud de tener un lugar propio donde poder mostrar su arte.
“Siempre quise tener un espacio propio. Uno como artista sabe lo difícil de poder tener lugares y un espacio fijo. He tenido la fortuna de poderlo lograr, de poder gestionar con las personas correctas que me han podido ayudar en el camino, pero es distinto a cuando tú tienes tu espacio. Bueno, y la mejor entrada es un café”, relata Milton.
Todos los cuadros son originales, no hay copias. Incluso, si el cliente quiere, puede comprar uno de los que están colgados en la cafetería. Solo dos no están a la venta, y es porque el valor que tienen escapa de lo monetario. Se trata de un retrato de su padre y un hermoso cuadro pintado por su hija.
En Penco no son muchos los lugares donde se puede encontrar esta mezcla, un buen nicho que aprovechar. “Fue un salto de fe”, dice Milton, quien cuenta que incluso renunció a su trabajo para poder darle prioridad a Galería Gorumet.
Todo está en el detalle
Los adornos y colores de las paredes, todo está pensado como un detalle. Así también un gran cuadro que se puede ver en al ingresar, que no solo llama la atención de clientes, sino que también se convirtió en un lugar especial para fotografiarse.
“Han estado acá personas que están tomando un capuchino y yo estoy conversando, pintando una acuarela, y les digo que vengan a pintar y se colocan a pintar en la tela”, relata Milton, quien añade que esto ha ocurrido muchas veces.
Las personas se levantan, afinan lápices, pintan, algunos se ensucian y otros no, pero no importa, el café en realidad se convirtió en un momento de distracción.
Otro de los objetivos que tiene la cafetería es que sea un lugar donde otros artistas locales puedan hacer exposiciones, conferencias o incluso lanzamiento de libros.
Milton recuerda que con su primera venta se tuvo que guardar las lágrimas hasta que se fue el cliente, quien incluso se llevó una acuarela.
Hoy trabaja actualmente con un grupo de jóvenes, incluida su hija, quien ha sido parte importante de este emprendimiento.
¿Faltan cosas? Sí, faltan, un par de mesas más o unos letreros que están en construcción, pero todo ya está en marcha.
Consultado sobre si tuviera que decirle a alguien de otra comuna lo que podría encontrar en el café, dijo que “que no va a encontrar nada similar en otro lugar, que es único. Este lugar va a ser el refugio de muchas personas para sentarse, a leer un libro, a ver pinturas, a hablar de arte, historia del arte”.
El sueño de Milton es que sea un sitio donde “la gente venga a pedir matrimonio, pero también a terminar un matrimonio en paz”.
Los precios de los productos son accesibles y en general son todos caseros. Además, tiene una vitrina para que emprendedoras y emprendedores puedan ofrecer sus productos.
La dirección es calle Penco 145, a un costado del estero. Abre desde las 09:00 hasta las 19:00 e incluso más tarde dependiendo de la jornada. Los productos van cambiando cada semana para darle más dinamismo, pero todos con el mismo toque gourmet.