Tejado de vidrio de Corvalán-Pincheira en MAC Quinta Normal: Trizaduras en el Chile actual

El artista, enfrentado a un espacio complejo, como es el hall del MAC Quinta Normal -un espacio de tránsito, con puertas y dos escaleras-, decide descubrir el gran tragaluz que estaba -hace muchos años- tapado con un plástico negro. Vuelve a aparecer una estructura metálica con vidrios sucios, algunos trizados.

Máximo Corvalán-Pincheira decide hacer una instalación site-specific (obra realizada para un espacio específico, no trasladable) tomando ese objeto y, a partir de él, generar una obra que permite diversas lecturas vinculadas a su historia personal como a los temas que viene trabajando hace más de dos décadas.

Tejado de vidrio

“Tejado de vidrio se propone como una instalación site-specific que toma como base el vistoso tragaluz que se ubica en el hall de entrada de este edificio. Con ello presente, el artista proyecta metros más abajo una réplica de aquel tragaluz que soporta un montículo de tierra con una serie de malezas nativas.”

“Así, el tejado de vidrio -con su connotación negativa y sospechosa- implica que hay algo que no es coherente con lo que se dice o hace en el presente. (sic)

“La trizadura y la filtración del agua, desde su propia biografía como hijo de (un) desaparecido, ofrece en este acto una lectura que vincula la idea de fractura y bloqueo de tierra con la justicia pendiente, así como la memoria viva que proyectan las plantas. (sic) A pesar de ello, el agua sigue su curso para dar vida, y su molesta inestabilidad nos rememora el dolor de lo irresuelto.” (Sebastián Vidal Valenzuela, curaduría)

Arte político, contingente y social

Máximo Corvalán-Pincheira, el año 2001, instaló en plena avenida Matucana -esa que unía el ramal sur de la red ferroviaria, representado por la Estación Mapocho, con el ramal norte, que partía en la Estación Mapocho- una gran balsa hecha con tablones y cámaras de neumáticos. Una gran balsa en medio del pavimento.

El artista invitaba a reflexionar sobre generaciones de inmigrantes que habían llegado y seguían llegando al sector. Desde campesinos del sur a mineros del norte. A los que se sumaron peruanos y luego haitianos, venezolanos, colombianos, ecuatorianos y un generoso etc.

La balsa también hacía alusión a los inmigrantes que cruzaban -y naufragaban- en el Mediterráneo. Y a los muchos que naufragaban en Santiago, en ese mar de cemento e inhospitalidad.

Desde ese entonces, Máximo Corvalán-Pincheira ha realizado diversos proyectos, como ADN (donde toca su historia personal de hijo de detenido desaparecido), Jardín Nómade (donde retoma la balsa, pero para trasladar plantas) y Hacer Agua, instalación site-specific que está en estos momentos en el Centro Cultural La Moneda.

En ellos, indaga en la precariedad de la vida, sus vulnerabilidades, acentuadas por las violencias de Estado, la memoria, el sistema político con sus fracturas, las migraciones y el cambio climático.

Fragilidad y precariedades

Tejado de vidrio pone, en primera instancia, en evidencia la fragilidad institucional a través de una infraestructura colapsada. La fragilidad del MAC, de la institucionalidad cultural como del Estado en general.

La instalación muestra que, a pesar de lo precario, quebrado, de algo a punto de caer, la vida -a través de las plantas- continúa. Que la vida sabrá sobrevivir y adaptarse a esas nuevas condiciones.

Entre otras tantas lecturas posibles, Tejado de vidrio trabaja, como en muchas obras de Corvalán-Pincheira, con el agua y sus interpretaciones: vida, filtraciones, la memoria incontenible…

Tejado de vidrio permite múltiples lecturas, las que dependerán de cada persona que la vea. Solo exige entregarse a su poesía y tomarse el tiempo para develar esos significados más colectivos y aquellos más individuales, incluso íntimos, que permite.

Tejado de vidrio

Máximo Corvalán-Pincheira
De martes a sábado, de 11:00 a 17:30 horas
Hasta el 12 de agosto de 2023
MAC Quinta Normal
Av. Matucana 464, Santiago