El pasado fin de semana se llevó a cabo la Cómic Con 2022 en Chile, que tuvo lugar los días 29, 30 y 31 de octubre. Allí se reunieron personalidades del mundo geek, cosplayers y los más adeptos a las series, cómics y la comentada cultura asiática que hoy está en boga.
Este espacio además es la instancia perfecta para los más creativos, especialmente ilustradores o emprendedores de redes sociales, que venden su arte inspirada tanto en lo cotidiano como en las tendencias.
En el evento se encontraba Tomás Cisternas, ilustrador de cómics y el único stand de la Cómic Con de este año cuyas ilustraciones estaban hechas en método tradicional. Y es que todos sus trabajos fueron completamente creados con tinta y papel.
“Intenté dibujar digital una vez, me compré un iPad y no me resultó y no lo usé más. Es romanticismo más que nada y eso también se diferencia en estos últimos tiempos porque todo se hace digital. Es una forma de mantenerse diferente al resto“, contó en conversación con Biobio Chile.
El joven, que en sus redes sociales se identifica como “ermitaño”, comenzó a usar todo tipo de tintas negras después de publicar el cómic Gafas en 2017, donde usó principalmente acuarelas.
“Lancé Gafas y de ahí para adelante cambié mi estilo y empecé a enfocarme solamente en las tintas negras, plumillas, hasta lápiz bic negro”, comentó.
Un espacio en blanco y negro en la Cómic Con 2022
Rodeado de coloridas ilustraciones hechas en digital por sus compañeros expositores, el stand de Tomás destacó entre la multitud de arte por sus matices en blanco y negro y los detalles que resaltan su trabajo.
Cada una de las ilustraciones que expusp en el evento son hechas más bien “a lápiz”. “Todo el trabajo que hago lo hago a mano porque realmente siento que no podría hacer otra cosa que no fuese esto. El papel, el olor del papel, ensuciarse las manos, saber que las texturas siempre serán diferentes”, agregó.
Así mismo confesó que se inspira en lo cotidiano y en sus experiencias propias, aunque siempre con un toque de ficción. “Yo siempre ando con una croquera o libretita y cada vez que salgo a caminar estoy trabajando, estoy pensando en que puedo dibujar, veo gente y las retrato, siempre saco cosas de ahí”, cuenta.
En medio del frenético evento, las personas se detuvieron en su puesto y le preguntaron aquello que, a simple vista era evidente. “Ellos dicen que es distinto, se ve distinto porque hay mucho color por los lados y encontrarse con un stand completamente en blanco y negro. Me preguntan si es digital les digo que no y ahí se quedan“, concluye.