La actriz Carolina Ibacache lidera el equipo de mujeres que comandará Perrera Arte en 2025.

Por Pablo Asenjo

Especialista en teatro aéreo, Carolina Ibacache se hizo conocida por sus acrobacias a varios metros de altura manejando los movimientos de una mano del Tío Escafandra, en la segunda visita a Chile de la Royal de Luxe y “La Pequeña Gigante”. Sin embargo, cuando la compañía francesa dirigida por Jean-Luc Courcoult le pidió que se integrara a la gira europea, ella dijo no porque quería tener una hija y criarla en el sur de América.

Así fue. Su primera y su segunda niña ya están grandes y, en medio de sus continuos viajes por Chile y Argentina, Ibacache decidió que ya era hora de dedicarle más tiempo al Centro Experimental Perrera Arte, que ayudó a fundar en 1995. Y para completar su proyecto artístico de altura, que requiere una condición corporal que no se puede postergar.

“El cuerpo físico responde al cuerpo emocional. La conexión y entendimiento entre ambos es una base importante para la construcción de uno y la de todo grupo o colectivo”, dice Carolina Ibacache. Ella tendrá un equipo integrado exclusivamente por mujeres para comandar en 2025 la celebración de los 30 años de vida de este espacio independiente.

“Nuestro cuerpo físico, que es nuestro traje espacial, necesita del equilibrio del sentir, de su cuerpo astral y del yo, que es su cuerpo espiritual. El forjar estos cuerpos permite que el movimiento sea con sentido. Y, también, crear una armadura flexible que está totalmente relacionada con el acto de crear”, agrega la acróbata, quien trabajará junto a la actriz Rocío Garcés, la diseñadora de vestuario Carol Contreras, la bailarina Ivania Arnao y la periodista Soledad Medina.

Perrera Arte

-¿Por qué hay solo mujeres en su equipo? ¿Fallaron los hombres?

-“La ignorancia sistemática de lo que es ser humano ha dañado tanto a hombres como a mujeres. La educación apunta a crear un mercado de producción y ha dejado de lado la formación humana. Entonces, ahora estamos viendo el resultado y es voraz sentir esa desconexión. Sin voluntad, no hay fuerza, ni reconocimiento de las emociones y, al final, éstas terminan liderando lo no liderable.

“Lo femenino y las mujeres tenemos una ventaja, dentro de esta película, por el hecho de estar por mucho tiempo en estado de alerta y sobrevivencia. Y parimos, le damos vida y alimentamos a otro ser a través de nuestros cuerpos.”

-¿En qué estás como actriz aérea?

-“Estoy en el proceso de montaje de una obra llamada Meraki, migraciones del alma. Es un proyecto que se viene gestando hace varios años y que recibió un Fondart 2024, lo que fue una gran alegría porque permite tener sueldos para el elenco y adquirir los elementos escénicos y de seguridad de la obra, ya que usamos como lenguaje el teatro, la danza y movimientos aéreos que requieren una implementación adecuada.

“Es una obra que me apasiona, ya que mi inspiración recae en los pájaros, grandes seres del espacio. Hay tres pájaros con los que se conversa en esta creación: búhos, golondrinas y el águila, que son las tres fuerzas del alma.

“La obra relata el reencuentro de un ser con su propia alma, un ser que, en el tránsito, se da cuenta de sus propios procesos de muerte y vida. La obra se está presentando en diversos lugares rurales, donde nunca antes se ha visto un trabajo parecido, como San Miguel, Mayulermo, El Calvario, Santa Rosa y Santa Juana, en la región de Ñuble. Es emocionante la reacción de los niños y adultos, ha sido muy hermoso ir descubriendo que esta obra se expande como el vuelo en el aire.

“A la vez, del 11 al 14 de enero, dictaremos en Perrera Arte un workshop gratuito e intensivo con la bailarina contemporánea Tatiana Pérez y Claudio Ansorena, actor corporal de gran trayectoria y fundador del Centro de Residencias Artísticas Ko-Panqui en Curarrehue, al pie de la montaña en la Araucanía.”

-¿Cómo evalúa la gestión que realizó su predecesor, el artista visual Antonio Becerro, en Perrera Arte?

-“Ha sido desde el inicio una gestión arriesgada, que se ha ido afirmando en el transcurso del hacer, desde la autogestión. Perrera Arte es un organismo vivo que se autoalimenta, se autoexige y, desde ahí, se sostiene en el tiempo con su propia impronta. Es en sí una obra que está hecha de miles de obras y que tiene como soporte un edificio que ha sido restaurado por los mismos artistas, sin aporte directo del Estado.

“Todos hemos contribuido en este desafío patrimonial en una parte de la ciudad que ha ido cambiando en estas tres décadas desde una zona crítica a un barrio floreciente. Los edificios que nos rodean hoy no estaban cuando empezamos a trabajar en el Parque de los Reyes.

“Respondiendo a la pregunta, creo que esto tiene que ver precisamente con esa fuerza aguda, creativa, muy pensante y reflexiva también, de Becerro. Los alcances de su obra plástica son conocidos, su posición al límite respecto de la cultura es un aporte irrefutable. Quizás, si no hubiese estado él, este proyecto habría sucumbido ante un sistema que no comprende el arte y ama sobre todo las leyes. Un sistema que le gusta devorar y elude las cuestiones que están relacionadas, en el fondo, con el corazón.

“Por muy experimental que sea, el arte late, tiene sangre, está vivo. Becerro lleva tiempo produciendo obras en el sur, necesita el frío, la lluvia y la nieve austral. Desde allá, su asesoría en los contenidos es fundamental y no tengo duda que allá surgirán nuevas extensiones de Perrera Arte, porque este tipo no para, nunca lo he visto parar.”

Carolina Ibacache, Perrera Arte

-¿Hay una transición en el colectivo?

-“De todas maneras. La humanidad en general, con sus numerosas guerras en curso, y Chile en particular, con su intolerancia declarada, son síntomas de una enfermedad encubierta, quizás más grave que la misma pandemia.

“Por mucho que nos queramos ver como países, culturas y continentes separados, somos una unidad y nadie puede considerarse inmune a este estado de malestar. Tampoco los espacios culturales. Por eso es necesaria la sanación, la revisión permanente. Hemos crecido, estamos más grandes, pero también vamos madurando. Por edad y experiencia, ya no podemos estar en el arte tonto y apasionado de juventud. También ha ido quedando atrás el vértigo de la bohemia y, casi sin darnos cuenta, nos hemos encontrado con más canas y sabiduría.”

-Así lo veo.

-“Así lo es. Por lo tanto, ahora hay ciertas cosas y actitudes que ya no se toleran, como la chapa de artistas que buscan ciertos locos al pedo que contaminan los espacios con prácticas más propias de la farándula.

“Hoy los equipos deben ser altamente selectivos. Se requiere disciplina y voluntad en el hacer. Estamos en tiempos muy rápidos y vertiginosos que exigen estar con todos los sentidos y atributos en el presente, que te indica cuándo moverte o cuándo quedarse quieto. La quietud amplía el estado de conciencia y observación.

“Los grupos son organismos vivos que van pasando etapas y umbrales. Tengo que ser capaz de escuchar sin prejuicios en la cabeza y, desde ahí, ser un cocreador de todo lo que está sucediendo, todo lo que se está transportando en concordancia con uno. Si yo me paro en esa cima, es alucinante la era que estamos viviendo y resulta imposible quedarse pegado en el precario juego de creerse artista. Sí, estamos en transición, en esta nueva era Perrera Arte trae el don del águila y anticipo cambios deslumbrantes.”

-¿Cómo se manejará la colección de obras que ustedes tienen?

-“Cuidándola, ubicándola a buen resguardo y, principalmente, moviéndola. Tenemos varias series de obras, una colección única, que seguiremos poniendo en circulación. La colección de Perrera Arte es muy rica en su historia, en lo que cada una de las obras es y dice. El contexto de cada una trae a la memoria momentos vividos en la humanidad, parecieran ser las respuestas a esos tiempos o, en otros casos, son la evidencia de una época. Cada una tiene su propio hilo, color y brillo y, entre todas, crean el tejido visible para algunos, invisible para otros.

“Hay mucha demanda, sobre todo de regiones. Objetivamente, hay más espacios creados a lo largo de los últimos lustros y existe como una urgencia vital de conexión. Este verano estaremos en Ñuble, Temuco, Puerto Montt, Chiloé y, por cierto, Curarrehue, nuestro Altar de Piedra en la Araucanía.”

Perrera Arte

-¿Cómo ven el cambio de administración que hubo en la comuna de Santiago de la cual ustedes son parte?

-“A pesar de que el arte es político también, nosotras estamos en la línea de formación de un equipo que se une para algo puntual, que es el arte en su gran diversidad y profundidad. Por acá circulan personas y proyectos de las más variadas tendencias estéticas, filosóficas o humanas.

“En realidad, hablamos poco de política, nada de fútbol y menos televisión. Pero sí estamos interesados en la vida de la comuna, ya que somos parte de las organizaciones comunitarias de Santiago. Nosotros nos sentimos como una organización colaboradora del municipio y, con o sin quererlo, hemos ocupado un lugar estratégico en el cotidiano del Parque de los Reyes. Queremos que los árboles y el pasto estén regados, que la gente saque a pasear a sus perros con confianza y que los vecinos que transitan muy temprano o tarde a sus trabajos u hogares, lo hagan sintiéndose seguros. Si ponemos nueva iluminación en Perrera Arte, eso ayuda a todos. Si tenemos una actividad al aire libre, también.

En 30 años de historia nos hemos llevado bien con las autoridades elegidas, particularmente con Jaime Ravinet, que entregó este espacio a los artistas; Raúl Alcaíno, que premió a Becerro como dirigente social destacado; Carolina Tohá, que nos permitió ocupar diversos espacios patrimoniales, como la Posada del Corregidor; Felipe Alessandri y el concejo en pleno de ese período, que nos distinguió por nuestro trabajo al servicio de la comunidad, e Irací Hassler, que cumplió su palabra e inició el enrejado del parque en un escenario social complejo, post pandemia.”

-¿Ustedes eran partidarios del enrejado?

-“En principio no, porque a los artistas en general no nos gustan las rejas. Pero la evidencia demostró que era necesario, ya que antes que se cerrara el sector 2 del Parque de los Reyes, murieron varias personas producto del caos que había ahí debido al narcotráfico. Ahora estamos a la espera del cierre de la zona 3, que es donde estamos nosotros, para que se siga expandiendo esa seguridad y la recuperación de espacios naturales, culturales, deportivos y de memoria, ya que acá están también el Memorial del sacerdote español Joan Alsina y los antiguos tajamares del río Mapocho.”