Las mujeres de la Biblia: Un libro para entender, en parte, el machismo y las guerras de hoy

Las mujeres de la Biblia

Carlos Tromben y Paz Vargas leyeron diversas versiones de la Biblia, ensayos, investigaron y revisaron obras de arte. La mirada de ellos no es religiosa, no está condicionada por la fe, sino por un espíritu de buscar sentido, de interpretar y descubrir qué hay en los textos. Incluyendo omisiones y vacíos. Y contradicciones.

Las mujeres de la Biblia está escrito en forma simple, directa, sin palabras o frases complejas. Se agradece. Porque no resulta sencillo -al menos para mí- seguir esas genealogías de padres, hijos, nietos y más (en general omitiendo a las madres). O entender ciertas contradicciones, vacíos o afirmaciones que, a veces, pueden ser exageraciones o metáforas.

El tono, en ciertos pasajes, no está exento de ironía, y no tiene ese respeto y reverencia por algo divino.

Mujeres como úteros

Uno de los aspectos centrales del libro es que constata que la mayoría de las mujeres son consideradas esencialmente como úteros. Su destino era dar descendencia a los hombres, engendrar líderes para Dios o para su pueblo. De hecho, muchas no tienen nombre y casi a ninguna se le conoce madre.

Los autores destacan la saga de mujeres infértiles (porque nunca lo es el hombre), porque no son capaces o ya son muy viejas (pero que, inexplicablemente, no tuvieron hijos cuando estuvieron en edad fértil). Solo en el caso de María pudo ser porque demasiado joven. (En esa época eran frecuentes matrimonios acordados años antes de consumarse).

Las pocas relaciones madre hija que aparecen en la Biblia son muy desafortunadas, casi siniestras. Salvo una, pero es el caso de una hija “adoptiva”.

Con todo, Las mujeres de la Biblia evidencia una carga que estos textos sagrados nos han heredado, siendo en general una carga muy pesada para las mujeres. Incluso, no aparece la crianza, formación y educación que han desempeñado las mujeres. Eso tampoco existe.

Otras mujeres

En Las mujeres de la Biblia, o más bien en ella, hay excepciones. Está Eva, con toda la carga de culpa y maldiciones para la humanidad que conlleva. Se sumará una gran guerrera, una esclava que asume el rol de cuidado se su ama (suerte de hija adoptiva), la seductora o la hospitalaria asesinas, y otras.

Las María y María Magdalena son del Nuevo Testamento, un texto con un cambio de perspectiva en la mirada del mundo. Que incluye otros valores y plantea una religión universal.

Violencias

La violencia, en particular en el Antiguo Testamento, es algo reiterativo. Una violencia que adquiere niveles difíciles de comprender, como un dios que, sin mayores explicaciones, mata. O verdaderas masacres -o genocidio, dada las cifras y considerando la población en esa época- que se justifican porque se hacen en nombre de Dios. Incluso si los números no fueran reales, demostraría la voluntad de haberlas realizado.

Sorprende que, en relación a la violencia, a los asesinatos, no hay juicios morales. Se juzgan solo en función de su finalidad. Si el fin es Dios o su pueblo, todo es válido.

Recordatorio

El libro es un recordatorio de tantas historias leídas, escuchadas o vistas (en obras de arte o en películas). Sumadas, con la mirada desafectada de los autores, entrega un panorama perturbador.

Primero por el peso para la sociedad y, en especial, para las mujeres. Porque, salvo María y un par de excepciones, las mujeres son poco relevantes.

Lo segundo, es esta violencia, brutal, justificada por “servir” a Dios. Una mirada, una “lógica” que puede servir para entender parte de las brutalidades, masacre y genocidio de los que somos testigos en estos tiempos.

Sin embargo, en muchos de nosotros estas historias han estado, consciente o inconscientemente, presentes, modelándonos. Modelos que este libro llama a cuestionar. Como también llama a releer la Biblia, en sus diversas versiones, en sus contradicciones, vacíos y omisiones. Por ejemplo, respecto a la creación del mundo.

Las mujeres de la Biblia

Carlos Tromben, Paz Vargas
Editora Zig-Zag
Septiembre de 2024, Santiago de Chile