Martín es un joven escolar, huérfano, que vive allegado. Su madre ha muerto, no sabe quién es su padre. Sobrevive trabajando de lustrabotas después de ir al colegio, donde es fuertemente discriminado por ser “indio”, pobre, por sus dientes, por trabajar...

Ladrón de perros

Martín es pobre. Pero a eso se suman muchas otras vulnerabilidades y limitaciones. Además de las discriminaciones. A su favor está la solidaridad de algunos. Algo propio de ciertas sociedades y algunas personas, que conciben la sociedad de manera más integrada, que entienden que la vida no da las mismas oportunidades a todos y, por lo tanto, tampoco todos deben ser tratados igual. Personas que, con pequeños gestos, buscan mejorar el mundo, emparejar la cancha.

Martín está, periódicamente, enfrentado dilemas entre surgir, respetar ciertos valores y sobrevivir. Algo que se le hace cada vez más difícil. Por ejemplo, ya es grande, tiene quince años, entonces algunas personas prefieren que les lustren los zapatos un niño menor que él.

El protagonista recorre La Paz buscando y haciendo trabajos temporales. Cosas mínimas. En ese recorrer, se muestra una ciudad vital, donde confluyen calles bellamente empedradas y otras con “adocretos”, construcciones antiguas y deterioradas y otras de dudosa modernidad de los años 70 u 80, un precario cementerio en medio de un cerro y un botadero de autos. O un hermoso y señorial club y la diversidad humana con el clasismo y racismo a flor de piel, sin muchos filtros.

Agobiado en este desorden vital, Martín decide robar el hermoso y muy bien adiestrado perro de uno de sus clientes, un solitario sastre (Alfredo Castro). Su idea es poder cobrar una recompensa por él. Pero pronto sabremos que es una excusa, que no hay un plan claro o que busca otras cosas.

El ladrón de perros es un devenir, son vidas que se resuelven en el presente, en el día a día, en las rutinas. No es que no haya futuro, simplemente no hay elementos, herramientas, para pensarlo, imaginarlo.

El ladrón de perros
Market Chile

Precariedades y dignidad

La ópera prima de Vinko Tomičić (Chile), con Franklin Aro de protagonista junto a Alfredo Castro, es una película que se sumerge en esos mundos paralelos de nuestras ciudades. Esos de la pobreza, la sobrevivencia, de las redes y solidaridades. Un mundo de vidas a la deriva donde pequeñas historias, gestos, actitudes, detalles, revelaciones, pueden provocar grandes giros y cambios.

El ladrón de perros, y se agradece, rehúye a miradas moralistas, paternalistas o caritativas. Más bien podría ser una suerte relato neutro, que no juzga ni toma partido… Si no fuera por la fotografía de Sergio Armstrong (Princesita, Ema, Nadie sabe que estoy aquí), que rescata y pone en valor personajes y lugares. Que entrega y recoge -en toda su dignidad- la humanidad de estos seres tan poco vistos (muchas veces de tan abundantes, de tan incómodos para la autoimagen de países en vías de desarrollo).

Es, en cierto modo, una película que le da rostro a personas que no vemos o que, muchas veces, no queremos ver. A personas que tienen miedo ser vistas, porque ser lustrabotas -un trabajo para comprar cosas muy básicas para Martín- es un estigma, una “vergüenza”.

La realidad

Un punto fuerte de El ladrón de perros es que sus personajes, las historias como en muchos detalles, resultan del todo creíbles. Como un documental ficcionado. Un entrar en intimidades que es un acto de generosidad y de valentía.

Latinoamérica

El ladrón de perros es una película latinoamericana. No solo por la confluencia de nacionalidades diversas. Sino, en especial, por los temas que aborda, sus lugares y personajes, la forma de tratarlos. Por la mirada.

La película de Vinko Tomičić es otra muestra de la importancia de la integración creativa a nivel regional. Una relación que permite compartir miradas, experiencias, potenciar películas que expongan e inviten a reflexionar sobre nuestras realidades. A reconocernos.

El ladrón de perros
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Premios

El ladrón de perros fue desarrollada en la Residencia Cinefondation de Cannes y en el programa Biennale College Cinemadel Festival de Cine de Venecia.

La película, estrenada en Tribeca, fue ganadora del premio principal WIP Latino Los Ángeles 2021, y logró 7 galardones WIP en FIC Guadalajara. Además fue seleccionada como el mejor pitch de Cannes Cinéfondation 2019, y ganó el premio del CNC (Centre National du Cinéma et l’Image Animée, Francia).

El ladrón de perros es parte de Sanfic y se estrenará el 29 de agosto en cines chilenos.

El ladrón de perros
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El ladrón de perros

Dirección y guion: Vinko Tomičić
Elenco: Franklin Aro, Alfredo Castro, Teresa Ruiz, Ninón Dávalos
Fotografía: Sergio Armstrong

Diseño de producción: Valeria Wilde Monasterios
Editora: Urzula Barba Hopfner
Sonido: Federico Moreira
Productores: Álvaro Manzano, Gabriela Maire, Edher Campos, Matías De Bourguignon, VinkoTomičić
Co-productores: Pavel Quevedo, Nadia Turincev, Omar Elkadi, Francesca Van der Staay, Mario Mazzarotto
Duración:90 minutos
Distribuye:Market Chile
Estreno en Chile: 29 de agosto